𝙻𝚊 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝙱𝚛𝚞𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎

❤︎𝚊𝚗̃𝚘 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚎𝚗 𝚌𝚊𝚜𝚊

28 𝚍𝚎 𝚍𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎.

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕥𝕥.

Mis padres vendrían a recogerme a la estación de trenes, los señores Potter decidieron esperarlos para conocerlos y claro los chicos vinieron con nosotros. Estábamos esperando en las escaleras de la estación, yo les contaba a James y Sirius sobre las cosas muggles que ellos veían misteriosas e interesantes.

—¿Entonces no tiene escobas?.—pregunta James.

—No para transportarnos usamos los autos, las escobas son para limpiar la casa.—le respondo.

—¿Pero y la Red flu?—pregunta esta vez Sirius.

—No tenemos cosas tan geniales cómo estás.—le respondo.

Iban a preguntar algo más pero veo como se aparca el auto negro de mis padres entre la nieve, apenas el auto se detiene mi madre sale del auto con su ropa de invierno y comienza a buscarme hasta que me localiza sentada sobre mi baúl.

—¡Letty!—grita.

—¡Mamá!.—empiezo a bajar las escaleras con cuidado de no caerme por la nieve, cuando estoy a su lado la abrazo con fuerza.—te extrañe.

—Y yo a ti hija.—Responde ella abrazándome más fuerte.

—¿Para mi no hay abrazo?—cuestiona mi padre a nuestro lado.

—Te extrañe papá.—dije y pase a sus brazos y el me alzo del suelo.

—Mi pequeña cuanta falta me hiciste.

—A mi también ¿Y mis hermanos?—pregunto.

Ellos solo se ven y luego me miran a mi tristemente.

—Ellos están en casa....

—Lo entiendo mamá, no querían verme—interrumpo lo que ella iba a decir.

—No es eso Letty tus hermanos.

—No necesito explicaciones papá.—Volteo y veo que los chicos y los Potter escucharon todo, contengo las lágrimas y me acercó a los chicos—Mamá, papá ellos son los chicos de los que tanto les e hablado. A Remus ya lo conocen, el es Sirius Black, Peter Pettigrew y el es James Potter y sus padres Fleamont y Euphemia Potter.—Dije y presente a cada uno.

—Hemos escuchado mucho de ustedes chicos, gracias por ser los amigos de nuestra hija y son bienvenidos en nuestra casa cuando quieran—Dijo mi madre a mis amigos—Señores Potter gracias por cuidar de nuestra hija en estas navidades.

—No son problemas Señora Pevensie, su hija es encantadora, un encanto de jovencita.

—Muchas gracias, pero dígame Helen.

—Y usted dígame Euphemia.

Los adultos se quedaron conversando un poco, así que yo empecé a despedirme de mis amigos uno por uno, todos se despedían de mi con un abrazo y un beso en la mejilla y acordamos encontramos en el expreso de Hogwarts, del último que me despedí fue de Sirius que me entregó a Artemis.

—Gracias, nos vemos en cuatro días.

—Nos vemos cariño.—le di la lechuza a Peter y abrace a Sirius.—No le hagas caso a tus hermanos no saben lo que se pierden.—me susurro en el oído.

—Lo haré, nos vemos en Hogwarts.

Tome a mi lechuza y me despedí de los padres de James y me acerqué al auto, mi padre ya había guardado mi baúl, coloqué a Artemis al lado mío y cerré la puerta del coche, me coloqué el cinturón y el auto prendió macha, me despedí de mis amigos con la mano y después vi como se alejaban para desaparecer.