𝙻𝚊 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝙱𝚛𝚞𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎

❤︎︎𝙱𝚒𝚋𝚕𝚒𝚘𝚝𝚎𝚌𝚊 𝚢 𝚕𝚊 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊.

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕥𝕥

Estaba otra vez en esa misma sala de trono, pero era diferente a todas las demás veces. Podía ver a las criaturas desesperadas buscando a sus reyes, que resultaron ser mis hermanos.
Luego la imagen cambio veía una guerra, las criaturas peleaban contra más humanos, lo que veía era un derramamiento de sangre; sangre de inocentes. Vi cómo la mayoría de esas criaturas caía en batalla y cómo muy pocas lograron huir.

Me vi a mi parada en el medio de esa pelea, no podía hacer nada, no me podía mover no podía hablar, solo podía observar. Todo me empezó a dar vuelta y me empezó a costar respirar sentía como una capa de sudor empezaba a bajar.

—Violett.

Sentí que me llamaban a la lejanía, repetía mi nombre muchas veces cada vez lo escuchaba más cerca hasta que pude diferenciar de quien era la voz. Sirius.
Empecé a luchar dándole órdenes a mi cuero de que avanzara que llegara donde Sirius, al principio no me obedecía hasta que empecé a sentir miedo y comencé a gritar mientras caía de rodillas.

—¡SIRIUS!.

Gritaba una y otra vez, mi pecho me ardía el miedo que sentía no lo había vivido antes, empecé a perder la noción de las imágenes de la guerra que pasaba a mi alrededor hasta que sentí que mis ojos se cerraron.

Me desperté sobresaltada irguiéndome de la silla de la biblioteca donde había caído dormida, mi respiración era pesada y estaba goteando gotas de sudor.
Sentí como unos brazos me rodearon desde atrás, me asusté completamente hasta que el dueño de esos brazos me susurró al oído.

—Soy yo Mi amor, no estás sola

Me relaje cuando escuché la voz de Sirius, me recosté y cerré mis ojos. Me dejé relajar mientras el se mecía de un lado a otro

—Me preocupaste, estuve apunto de ir a la enfermería, te estuve llamando por diez minutos y no despertabas, sudabas y me llamabas

—Escuché que me llamabas, tuve una pesadilla

— es eso, solo un mal sueño que no volverá a suceder

—Prométeme Sirius si en un futuro, nuestra relación termina seguiremos siendo amigos, que no me dejarás caer.

—Te lo prometo, pero tú tampoco me dejes caer a mi.

—Nunca mi chico malo.—Dije desordenando su cabello más de lo que ya estaba

— Nunca terminaremos, eres mi primer amor Violett, no pienso romper tu corazón.

—También eres mi primer amor Sirius

Nos sonreímos y nos besamos en medio de la biblioteca, empezó como algo suave que fue subiendo de intensidad ahora nos besábamos desesperadamente; nos estábamos comiendo las bocas. Nos separamos cuando escuchamos un libro caer al piso.