❤︎︎𝙳𝚞𝚎𝚕𝚘

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𝙴𝚗𝚎𝚛𝚘 𝟷𝟾
𝙲𝚘𝚖𝚙𝚎𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚘

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕥𝕥.

Estaba muy nerviosa hace una semana que las escuelas de Beauxbatons y la escuela de Durmstrang, llegaron a la escuela conocí a sus directores y a sus duelistas cosa que me intimidó mucho conocerlos, ambos eran jóvenes de último año en sus estudios y de 17 y 18 años y luego estaba yo, con 14 años y en cuarto año de la escuela ocultando que soy una animaga ilegal.

—Señorita Pevensie, el profesor Dumblundore le envía esto.—dice la profesora McGonagall entrando con una caja flotando a su lado, ella la deja en la mesa en el medio del círculo que tenemos los chicos y yo.

—¿Que es Minnie?—dije levantándome de las piernas de Sirius.

—Primero como ya les e dicho jóvenes no me llamen así, respondiendo a su pregunta inicial señorita es su uniforme para la competencia de mañana.—dijo dándome una sonrisa.

Yo me senté en posición de indio y abrí la caja revelando mi uniforme de duelista, consistía en un conjunto con los colores de mi casa combinado con el negro, tenía una sudadera negra acompañada de un top del mismo color y una camisa rojo vino, también había una chaqueta en colores negro y rojo tomó la chaqueta por detrás y veo como en una perfecta caligrafía cursiva decía "Pevensie".

Yo me senté en posición de indio y abrí la caja revelando mi uniforme de duelista, consistía en un conjunto con los colores de mi casa combinado con el negro, tenía una sudadera negra acompañada de un top del mismo color y una camisa rojo vino, ta...

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—Está hermoso el uniforme, ¿puedo utilizarlo después de la competencia?—dije con gracia.

—No lo creo señorita, lo mejor será que se valla a dormir debe estar descansada para mañana.

—Claro Minnie.

—Lo permitiré por esta vez Violett, le deseo suerte.—dijo y salió de la sala común.

Yo guarde todo el uniforme y me volví a a recostar en las piernas de Sirius con una sonrisa.

—¿Estas feliz?—dijo el tomando mi mano.

—Si, también estoy emocionada que no se si podré dormir.

—Si quieres les dejamos el cuarto a Canuto y a ti unas dos horas para que te canse por completo.—dijo James.

Al principio no entendí lo que dijo pero cuando lo hice no pude evitar ponerme roja y esconderme en el cuerpo de Sirius.

—¡CORNAMENTA! convertiste a mi novia en un tomate.—dijo Sirius muerto de la risa.

—Es verdad, es imposible que lleven un año de relación durmiendo juntos todos los días que no haya sucedido nada.—Dijo James riéndose.

—No Cornamenta , nunca a sucedido nada de eso.

—Amigo como has aguantado un año, sabiendo como eres.—dijo James.

—Porque querido Cornamenta la amo más que nada, no necesito tenerla desnuda para que me haga feliz su mera presencia lo hace.

𝙻𝚊 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝙱𝚛𝚞𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora