𝙻𝚊 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝙱𝚛𝚞𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎

❤︎𝚌𝚘𝚛𝚘𝚗𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚢 𝚎𝚡𝚙𝚕𝚒𝚌𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗 𝚍𝚎 𝙰𝚜𝚕𝚊𝚗

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕃𝕦𝕔𝕪

Por fin Narnia era libre, mis hermanos y yo les dimos la libertad la nieve se había esfumado y el reinado de la bruja blanca llegó a su fin.
Estábamos yendo a Cair Paravel el castillo donde viviríamos de ahora en adelante, pero antes de la coronación Aslan tenía algo muy importante que contarnos.

—Majestades este es Cair Paravel, de ahora en adelante ustedes Reina dan aquí, en el castillo de los cinco tronos.

Estaba hipnotizada viendo todo el castillo, pero me puse a pensar en lo que dijo Aslan.

—¿Cinco tronos?, pero somos cuatro.

Todos mis hermanos se dieron cuenta de eso y detuvimos el andar.

—En este momento hay cuatro, pero ustedes realmente son cinco hermanos Pevensie. Vayan descansen y en la noche hablaremos.—dijo y se fue.

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 ℙ𝕖𝕥𝕖𝕣

Las horas pasaron y había llegado la hora de hablar con Aslan, llegaron unos faunos y me ayudaron a prepararme, me pusieron una ropa de época muy elegante la tela era tan suave.
Salí de mi habitación y me encontré a mis hermanos, Edmund y yo teníamos ropa similar, mientras Susan y Lucy llevaban unos hermosos vestidos, el de Susan era blanco y el de Lucy Amarillo. Nos dejamos guiar a la sala del trono.
Era una sala completamente blanca y en Mármol, había una tarima en esa tarima había cuatro tronos dos a cada lado y en el medio en unos escalones había un trono mucho más elegante, tenia enredaderas de oro puro y gemas colocadas estratégicamente y en la parte del medio había un fénix.

—Este hermanos Pevensie es el salón de los cinco tronos, acá ustedes reinarán.

—Pero somos cuatro Aslan y hay cinco tronos.

—Es eso cierto Peter, pero ¿acaso no recuerdas a tu melliza?.—cuestiono y entendí todo.

—Violett es la quinta reina.

—Así es, su hermana es la reina y hechicera suprema, la que debería estar sentada en ese trono.—dijo señalando el trono con el fénix.

—Pero ella no está ahí Aslan.—dijo Susan.

—No, pero no pensaron porque ella no está aquí.—ninguno contestó.—Yo lo conozco desde su mundo y los cuido, ustedes no han sido los mejores hermanos, Violett no tiene la culpa de ser diferente a ustedes, ella es la hermana negada, negada por su propia sangre. Yo se que ella es una bruja, si ustedes la hubieran tratado mejor ella hubiera pasado las navidades con ustedes y no con sus amigos y su novio....

—¿Violett tiene novio?.—dije sintiendo celos.

—Así es Peter, tan poco saben de la vida de su hermana y todo es culpa de ustedes, los celos y el egoísmo del ser humano siempre está presente, y ustedes cuatro no pudieron controlaron siente celos por que su hermana tiene magia y ustedes no y son egoísta, por no querer que su hermana sea feliz con las personas que le abrieron los brazos.

Nos quedamos en silencio pensando en lo dicho por Aslan, todo era cierto no queríamos la felicidad de Violett por egoísmo y celos, pero nosotros nunca estuvimos con ella.

—La profecía que dijeron los señores castores no se a cumplido.

—Si y no Susan, la profecía dice. "Cuando el hijo de Adan en el trono de Cair Paravel este sentado los buenos tiempos llegarán, pero estos no serán eternos, no hasta que el rey supremo le pida perdón a la reina y hechicera suprema.".
Lo que está profecía significa es que ustedes serán coronados, pero el trono de su hermana el trono de la reina suprema quedará intacto hasta que sea hora de que ella venga acá y tome su lugar en ese trono.

—¿Narnia no tendrá paz y libertad, por cómo tratamos a Violett?.—preguntó Edmund.

—Ustedes le han dado esperanza y un poco de paz y libertad a los narnianos, pero no será eterna, Narnia tendrá paz completamente cuando tú Peter le pidas perdón de corazón a tu hermana melliza Narnia tendrá paz y libertad para siempre, también es bueno que ustedes Edmund, Susan y Lucy le pidan perdón de corazón a su hermana y la apoyen, a ella le falta mucho por recorrer como hechicera.

—¿Ella es feliz Aslan?—pregunté yo.

—Con ustedes ella no lo es, pero en donde está siendo lo que verdaderamente es y con las personas que la quieren lo es, ¿les gustaría verla?

Nosotros asentimos.

Aslan rugió y una neblina apareció, se veía un castillo de fondo cubierto de nieve, pero en estaba enfocado en un lago congelado, hay se veía a Violett con sus amigos estaban haciendo una pelea de bolas de nieve, ella estaba sonriendo con su ropa de invierno, se vio como todos la tiraron al piso y se rieron, al parecer por algo que le dijeron, se levantaron y el amigo de ella que no recuerdo su nombre del pelo largo y negro la ayudó a levantarse, no quito las manos de su cintura y vimos por el reflejo cómo le daba un ligero beso en los labios y se separaron cuando una bola de nieve les dio en toda la cara, el chico le dio un beso en la nariz y siguieron con su pelea de bolas de nieve, ella tomó su varita y creó cuatro bolas que se las lanzó a sus amigos.

—¿Díganme ustedes, la ven feliz?.

—Ella está feliz como nunca la e visto.—dijo Susan.

—Como nunca lo es con nosotros.—dice Edmund.

—Esa es la Violett que nosotros no conocemos.—dice Lucy.

—Ella es feliz en ese lugar, con ellos sus amigos y con el....—dije siguiendo viendo el recuerdo, se habían cansado y estaban recostados en la nieve y su amigo la tenía abrazada.

—Sirius Black, su amigo y su pareja desde septiembre.

—¿El la hace feliz?, ¿mas que nosotros?.

—Lamentablemente si, les pudo decir que ellos dos tiene una gran historia por delante y lastimosamente, llegará un momento que después que ustedes se disculpen de corazón le volverán a dar la espalda y esa nunca se las perdonara Violett.

Hay se terminó la conversación, nos llevaron al comedor pero no teníamos hambre, nos retiramos sin ma su nos fuimos a dormir al día siguiente fuimos coronados reyes de Narnia: Lucy la valiente, Edmund el justo, Susan la Benévola y yo como el magnífico.

Los años pasaron y nos convertíamos en adultos y con eso nos olvidamos de que éramos antes de ser reyes, nos olvidamos de esa chica destinada a ser la reina y hechicera suprema, con el tiempo la profecía fue olvidada ya que en Narnia había paz, ahora iríamos por el ciervo blanco con la idea de darle caza y de deseo pedirle que apareciera la quinta reina perdida.