Capítulo 20

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N/a: HOla, hola. En este momento estoy subiendo más de un capítulo así que si aún no les aparece, pronto lo hará. Espero disfruten, bye.

***

«No puedo creer que voy a hacer esto», pensé cuando estaba sentada en una silla-camilla con mi mano sobre una mesita acolchonada, y un señor tan tatuado como jamás había visto en mi vida, preparando la tinta.

Malik estaba a un lado, observándome con los brazos cruzados. Creo que estaba esperando que en cualquier momento admitiera que no quería ningún tatuaje y le pidiera irnos. No le iba a dar ese gusto. Además, sí quería el tatuaje. Sólo me causaba miedo la aguja que clavaría en mi piel y no podía dejar de preguntarme cuánto me iba a doler.

De todos modos, el tatuaje que había elegido no era tan grande, ya lo tenía dibujado con un marcador. Iniciaría como un anillo en el dedo anular y se abriría, por más o menos, el tercio del torso de mi mano.

El tatuador dijo algo.

Malik tomó una silla, la giró y se sentó a horcajadas junto a mí.

—Dice que va a empezar—me tradujo

El tatuador volvió a hablar con un tono profesional.

Miré a Malik.

—Dice que cuando empiece debes quedarte muy quieta, o podrías lastimarte. Hará pequeñas pausas para que descanses.

Otra vez, el tatuador habló. Yo nuevamente lo miré y luego a Malik, esperando la traducción.

—Puede doler un poco, especialmente cuando toque el hueso. Pero debes tratar de quedarte quieta—luego mirándome respirar profundamente, agregó—. Aún tienes tiempo para decirme que te arrepientes, sirena.

Negué con la cabeza.

—Dije que lo haría. Y lo haré.

No me agradaba la idea de la aguja tocando mi hueso, pero mis ganas de hacer algo sólo porque me gusta y sin tener que pensar en las repercusiones que esto podría tener en mi reino o lo que dirían de mí, eso me superaba. Era liberador en cierta forma.

Malik le dio una señal con la cabeza al tipo para que iniciara.

El tatuador prendió la aguja y minuciosamente la acercó a mi mano.

Con el riesgo de parecer cobarde, cerré los ojos con fuerza y esperé el primer contacto apretando los dientes.

En cuanto sentí la aguja, mis ojos se abrieron redondos. Mis labios se fruncieron en una mueca de dolor. No era un dolor insoportable, pero tampoco era fácil de ignorar.

Nuevamente, respiré profundo y aguanté. Tenía que aguantar. Miré hacia arriba unos segundos y luego me mordí el puño cuando la aguja tocó un punto mucho más sensible. Eso fue demasiado. Solté un gemido y tomé lo primero que tuve cerca que fue la mano de Malik.

A él no parecía molestarle con que apretara su mano, por el contrario, se veía un poco divertido de que lo estuviera usando.

—Tranquila. Sobrevivirás—murmuró para que sólo yo lo oyera.

Sabía que se estaba burlando, pero aun así me dio gracia.

De pronto el celular de Malik empezó a timbrar y tuvo que apartarse de mí. Se levantó de la silla y al leer el nombre en la pantalla, un gesto más severo se apoderó de su rostro.

—Tengo que contestar—se excusó mientras salía

—Pero él no entiende nada de lo que digo—protesté.

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