Tik
Tok
Tik
Tok
Tik
Tok
Jamás había escuchado un reloj sonar con tal fuerza, estaba encima de la chimenea y era todo lo que se podía oír en la sala del comedor en ese espeso silencio mientras esperábamos la cena.
Tik
Tok
Tik
Tok
Afortunadamente mi primer encuentro con Hamid fue con Malik presente, pero no podía dejar de pensar en lo que sería una vez que se fuese. Imaginaba lo que debía ser para él que su hermano le prohíba hacer algo con su esposa, alguien de quien se siente dueño por derecho. Estaba segura que era así como Hamid me veía, como un objeto de su propiedad. Mi esposo ya me había demostrado que no sentía el más mínimo cariño o respeto por mí, simplemente no le gustaba que se metieran con sus juguetes.
Tik
Tok
Hamid permanecía quieto arrimado al espaldar de su asiento. Observándome. Apretando la copa de vino que tenía sobre la mesa como si imaginara que ese era mi cuello; casi podía sentirlo, rodeándolo...entonces desvié la mirada a la derecha donde uno de los sirvientes me servía una copa de vino. Le hice una señal para que se detuviera. No quería terminar ebria como me pasaba siempre que tomaba un poco de ese líquido rojizo. Cuando regresé la mirada, Hamid seguía observándome, pero esta vez con una sonrisa mientras llevaba la copa de vino a sus labios, no una muy agradable, sino una sonrisa como si ya hubiera planeado lo que iba a hacer conmigo.
Su mirada me daba escalofríos.
Tik... tok....
Ahora el reloj parecía ser una advertencia del tiempo que me quedaba.
Malik, por otro lado, estaba muy ocupado, cerca de nosotros, capaz de vernos si volteaba, pero hablando con el mayordomo de asuntos de la mansión en la sala contigua. Hamid no podría hacer mucho por ahora, sin embargo, me preocupaba lo que pasaría cuando nos encontremos en nuestra alcoba a solas.
Aunque no me funcionó la primera vez, decidí que era mejor "prevenir que lamentar", y deslicé el cuchillo de los cubiertos debajo de la mesa para esconderlo.
-Eso no te va a servir-dijo Hamid, con tono de burla.
Lo miré asustada al haber sido cachada, algo que a él parecía divertirle siempre.
-Tranquila, amada esposa. No voy a hacerte daño-su tono era peligrosamente amable.
Y se elevó la copa de vino hasta verter todo el contenido en su boca, luego la bajó golpeando la mesa, una señal para que el sirviente se acercara de nuevo a servirle.
-Deja la botella-le ordenó.
El chico, que era bastante joven y primerizo en esas tareas, se desconcertó un poco con la orden. Hamid lo miró molesto:
-¡¿Acaso no oíste?! ¡Te pedí que dejaras la botella, inútil!
-Él no habla español-explicó Malik de pronto entrando a la sala del comedor, y de una forma más educada, habló en urdo al sirviente y éste obedeció dejando la botella en la mesa y retirándose acto seguido.
-Ah, sí. Lo olvidé-replicó Hamid, frustrado, como si fuese una gran molestia tener que estar fijándose con quién habla y con qué idioma, todo el tiempo.
-No puedes tratar así a los sirvientes-lo reprendió su hermano mayor mientras tomaba a asiento.
-¿Ahora también me vas a decir cómo debo comportarme?
ESTÁS LEYENDO
BASTARDA
RomansaIsabella es una mujer rebelde y más lista de lo que los hombres creen bajo esa fachada de princesa encantadora. Los hombres son aburridos para ella y está segura que está mejor sola, pero las vueltas del destino la obligan a enfrentarse a una decisi...