*Capítulo 57*

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NOta: Hola por aquí. Se que estuve ausente por un tiempo y es que tuve muchos inconvenientes cuyos detalles no vale la pena mencionar, pero  nunca tuve la intención de dejar la historia y de hecho fue lindo recibir unos cuanto mensajes diciendo q esperaban los sigtes capítulos cuando ya daba a los lectores por perdido (gracias por eso). En fin, finalmente avancé lo que debía avanzar y ya no habrá tanto tiempo de espera de cap en cap. Espero que quienes aún estén pendiente de esta historia, disfruten lo que se viene. Y sin más que decir les dejo aquí la continuación:  


*Malik*

Nos llevó todo un día despistar a los agentes que mi padre había enviado para seguirnos. Era evidente que no iba a permitir que me fuera sin mantenerme bajo vigilancia constante. Sin embargo, yo contaba con aliados invaluables. En cuanto les pedí ayuda, ninguno dudó en prestarme sus autos o hacerse pasar por mí para confundir a los perseguidores. Así fue como Lucas y yo emprendimos nuestro viaje hacia Isabil, hasta que finalmente llegamos a las majestuosas puertas del palacio de Isabil.

Un guardia nos divisó acercándonos y, de inmediato, informó a sus superiores. Nosotros no ofrecimos resistencia alguna cuando los guardias llegaron. A pesar de que levantamos las manos en señal de rendición, ellos nos agarraron bruscamente de los brazos y nos esposaron con las muñecas atadas detrás de la espalda. Escudriñaron en busca de cualquier arma oculta y luego nos empujaron al interior del palacio, arrastrándonos hacia uno de los salones y obligándonos a arrodillarnos.

De repente, las imponentes puertas frente a nosotros se abrieron violentamente, como si fueran empujadas por un viento huracanado. Y allí estaba Adam, con una mirada tenaz dirigida hacia nosotros mientras se acercaba con gran hostilidad.

—¡Deben ser verdaderos idiotas o extremadamente valientes para volver aquí! — exclamó con furia.

Lucas intentó hablar, pero Adam no le permitió hacerlo.

—¡No hables! ¡No eres más que un traidor! — se tocó la frente como si intentara calmarse, pero estaba claramente histérico por su traición. Luego, le dio la espalda y se alejó unos pasos, solo para girar y repetir el ciclo nuevamente. —¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Acaso no te di todo lo que necesitabas? Incluso creé un puesto para ti, te permití representar a los plebeyos y te otorgué acceso a muchas de mis fuerzas—, le reprochó. Lucas bajó la cabeza sin decir una palabra. —¿Así es como me lo agradeces?

En ese momento, la reina y el príncipe llegaron para ver qué estaba sucediendo. La reina, por supuesto, mostró más preocupación que cualquier otra cosa. Después de todo, gracias a ella habíamos logrado escapar. También supuse que Lucas no traicionaría a su reina revelando esa verdad, por lo que estábamos completamente a merced del rey de Isabil.

—Y en cuanto a ti... —, dijo Adam, refiriéndose a mí. Se acercó con una actitud hostil y, dado que aún estaba arrodillado, tuve que levantar el mentón para poder mirarlo a los ojos.

Mi mirada desafiante se encontró con la suya, a pesar de mi humillante posición. No moví ni un solo músculo y me mantuve cauteloso.

—Debería hacerte lo mismo que Gonzag le hizo a mi hija—, bramó con rabia. Mi muerte se reflejaba en sus ojos llenos de ira. Comprobé que no era solo mi padre, sino que todos los reyes tienen una sombra que los envuelve.

—Adam... — interrumpió la dulce voz de la reina, y solo eso fue suficiente para sacar al rey Adam de aquel oscuro abismo. Sus ojos recuperaron su brillo y se volvió hacia su esposa.

—No deberían estar aquí —le reprochó a ella y a su hijo.

A pesar de sus palabras, la reina ignoró la advertencia y avanzó aún más hacia el salón, encontrando a su esposo. Con ternura, colocó una mano en su brazo y le habló con suavidad.

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