Algunas veces me pregunto porque no siempre obtienes lo que quieres, aunque ya se la respuesta.
En muchas ocasiones en esta vida puedes echarte a llorar y decir que no es justo o tal vez darle la culpa a alguien de que ciertas cosas no sucedan y al final, ahí estamos, hechos todos un mar de lágrimas culpando todo, incluso el tiempo o el destino.
Cuesta saber que las cosas salieron mal aun por más que las quisieras o intentaras todo. Hacer tu mejor esfuerzo pero no tener éxito.
Incluso, apuesto a que has creído que lo tienes todo y el triunfo es tuyo, que ya está en tus manos, yo he pasado por eso.
Cuidas cada momento y lo repites una y otra vez en tu mente como si fuera una canción que jamás querrás olvidar jamás, pero el problema es aferrarse pues el momento jamás se podrá reemplazar.
Se con certeza que cuando amas a alguien y toma otro camino nada podría ser peor...
Conozco ese sentimiento incluso más que a mí misma, pero es un error creer que nada podría empeorar cuando, en realidad, hay gente que tiene peores problemas de que preocuparse. Te pones a llorar como niña pequeña pero tú solo sufres por un corazón roto.
Nos llenamos de errores una y otra vez, cada uno más grande que otro.
¿En serio piensas que estas en la ruina?
Cosas peores ocurren día a día ¿y uno se pone a decir que no hay nada más triste que el sufrimiento que nos consume? De ahí empecé a creer que era estúpida, llorando por alguien a quien nunca le importe, desperdiciando cada valioso minuto de mi tiempo pensando en el cuándo, probablemente, el caminaba por ahí, pensando en todo menos en ti.
Cruel pero real.
Duele saber la verdad, claro que lo hace, y dicen que la ignorancia es felicidad, pero... ¿lo es? ¿Realmente lo hace? No creo que pueda ser así si la ignorancia te ciega hasta que confías en ella y te apuñala por la espalda cuando menos te lo esperas.
En este mundo siempre rondarán dudas en las cabezas pensantes de cada ser o individuo que tenga conciencia sobre la causa y consecuencia, y yo soy una de ellas. Los ignorantes no las llevan.
He llegado a una parte de mi vida en la que ya no sé si ser ignorante o no, cada cosa que descubre me asombra o me llega de golpe.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis