Siento el impulso en mis orejas, zumbando con estruendo que en mi cabeza solo existe una solución.
Es una pena reconocer que terminará por mis propias manos, en la enfermedad incluso tuve mis nupcias.
No sé como soy tan devota a lo que tanto odio, dedico escritos como votos de amor cada noche, ya moribonda del cansancio.
Un vicio, al final la sangre chorreando es adictiva, impresionismo americano en todo lo que se le atravieza.
No quiero hacerlo, es intrusivo. El deseo cultivado de tanto tiempo agonizando mientras le murmura a mi cerebro que es la unica salida.
Critico, de la escala del 1 a 10, el once.
Donde mi mano no tiene suficiente control para ir en linea recta pero sí para estrangularse.
Tran triste darse cuenta que el amor no es suficiente, sin romance de por medio, soy la bestia en medio del bosque.
Desearia encontrar rosas, y aunque solo sobreviva una, que nunca se marchitase.
Soy un lío emocional.
Nada va a tracender, nunca voy a lograr tener la vida que fantaseo.
Me doy cuenta en una revelación que anhelo demasiado ese privilegio de la estabilidad.
Todo cuesta pesos y yo solo quiero contestar con navajas.
Creo que es la catarsis lo que me empuja, lo que me sigue pidiendo que marque mis piernas, que apriete la branquias.
Soy ceri anatomia desde antes de la concepción, y aun así, tengo que lidiar con un cuerpo fisico.
Desearía poder tronar cada huesito, poner en diente en cada vertreba. Cuando uno no reconoce el germen, le da por arrancar las hojas.
Esta es demaciada ciencia para alguien que apenas y puede escribir. Mi mano apagada es artista incluso si yo no.
Y aun así no me ha servido de nada.
Llega el dia en que te das cuentas: nunca va a ser suficiente.
Incluso despues de cuatro años, sigo saliendo del acantilado. Como una rata sucia.
Ni siquiera un animal hablaría tan duro de sí. Se llama conciencia lo que me esta sobrando.
Si fuera quia un poco menos tren de pensamiento y un poco más maquinaria de fabrica, no tendría este problema.
Como soy alergica al producto, me peleo con todo agricultor.
Es tan agotador vivir titileando entre ideas, destellando apenas poquitas ganas de continuar.
No quiero volver nunca más a mi rutina de mierdaq, necesito saber que hay más que ser un producto de consumo.
¿No es inhumano que se me haya metido tanto la idea a la cabeza que llegue al punto de menospreciar que no soy una moneda de cambio? Sin embargo, todo se compra con dinero.
Estoy malgastando mis centavos y no hay felicidad detras de ningun proyecto que deje tendido.
Quiero suicidarme, lo escucho clarito mientras escribo esto, y quiza por eso no suelto ni la pluma ni las otras ideas en mi cerebro.
Terminar una oración es una responsabilidad más apta para mi que consumar mi vida.
Desearía ser todo terreno para poder dormircon los ojos abiertos y escribir con los ojos cerrados.
Y si aun no pudiese encontrar ese talento, seguiria floreciendo en la adversidad.
A veces me pregunto que fue lo que hice para quedarme parada aquí. Estoy pagando demasiado caro para no ser la culpable.
Ya no sé ni a quién apuntar, quiza por eso en mi imaginacion mis manos dan a la cien.
Entre tantos errores de ortografia incluso me detengo a correjirme, medio reprocharme, a veces me da la sensación de que el conflicto no va a irse a ningun lado cuando fallezca.
He empeñado tanta energía en detenerme a mí misma que tendrá que existir para siempre en la galaxia, en las estrellas.
Embotellada cada batalla que me ha tocado librar y lo peor es que siempre pierdo ante mi misma.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis