Presa de un subibaja, con mis rodillas quebradas de tanto saltar.
No es divertido despues de 21 años de dolor y clemencia rogada.. Ni siquiera infante puse mis ojos en este espacio, si es una zona de juegos ¿por qué mi reacción es sufrir?
Mis pies no estan firmes, solo llenos de piedras, de tanto imbalance poco a poco se desgastan, el polvo alcanza ya todo mi area abdominal.
No quiero subir más, no tengo fuerza para continuar, el zapato no me queda. Renuncio a esta tragedia.
¿Cómo bajo? ¿cómo sano de aquí? fluctuan mis piernas de esta sucia costumbre de exigirme más.
Quisiera brincar, desde lo alto de este juego matar la expectativa de que existe una salida.
No puedo pararme recta aun, los huesos se amoldaron al asiento, la adaptabilidad es una espia ¿Cómo se supone que le doy una definición a mis heridas?
El cartilago, el musculo, el tendon. Mi cuerpo enteró se ha desgastado.
Si es que existe una salida ¿cuál es la medicina? Quiero llorar, necesito explotar en lagrimas con mi madre escurriendo de mi boca.
Antes de la miseria fui su feto y ahora me toca decidir.
Mamá, ven y lava mis rodillas.
Desata los nudos en mi cabello.
Toma mi mano mientras baja.
Mienteme cada que me sienta mal.
He sido cautiva de este subibaja, creo que esta en mi derecho decir que he sido victima de una vil estafa.
Quiero dulces, el rojo atardecer, el licuado de manzana y un libro para colorear.
No me hagas correr la maraton, no estoy lista, apenas estoy buscando una manera para bajarme de aqui.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis
