Quiero que me tomen en serio.
Quiero que me tomen a mi y a mi enfermedad en serio.
Ya me agotó pensar que una tina llena de sangre sea lo único que le dé seriedad a mi condición.
Que una caja negra, una soga y el llanto golpeando el pecho de mi amado sea lo único que me distinga de ti.
No soy tu.
No soy tu y no quiero serlo.
No me interesa en lo más mínimo parecerteme.
Quiero que me tomen en serio, no soy un saco de huesos y carne.
No soy huesos, carne y el color azul.
Voy más que de la sensación mediata y mi propia superación.
Quiero que se me tome en serio.
Que se me tome enserio y con toda connotación de mi condición.
Una condición que no se dice a altas, que no se golpea en una pantalla y que requiere tacto para que uno no termine llenando una tina de sangre coagulada por el previo estrangulamiento con los cordoncitos de una sudadera porque es lo más próximo a la cama que me conduce a darme tiro con un rifle.
No soy huesos, carnes y color azul, no soy tu y no quiero serlo en más mínimo.
No quiero ser un héroe, pero tampoco me lo niegues tú que no tienes derecho, el no ser un héroe es mi decisión y solo mía. No saldré de mi misma, y no pienso matarme ni para demostrarte que puedo ser un héroe, ni para demostrarte que no soy carne y huesos, ni para que te quede claro que no soy tu.
No quiero que mi existencia sea un acto de productividad.
Porque en mi fortuna de no ser tú, mi dolor se ha expandido a una gran compilación de certezas.
Y no produciré mi dolor a una hoja de afeitar al lado de mi computadora que se hunda y manche mi cuerpo de sangre, que pinte una guirnalda en mi tumba, que la única prueba de mi seriedad sea la disección de mi cuerpo en pose.
Porque me temo que un cerebro como el tuyo, irreparable, centrado únicamente en la esencia de un sentimiento vago pueda entender la complejidad de la auto-muerte, de la no-productividad de todo acto en cerebro, de la condición no-hueso/no-carne. En que la complejidad y la seriedad es un diagnóstico firmado por un profesional que llena hojitas en su intento de cifrarme.
De una persona que toma 8 años para estudiarme y no alguien que tomó cinco segundos para expresar una majadería.
Mi estima no dependerá de ti, pero quiero que se me tome en serio.
Que se me tome en serio porque me lo he exigido a mi misma, y no pienso rebajarme a menos.
Porque el dolor en el pecho de mi amado deberá ser en cualquier caso por una tina llena de sangre que nada de ver con el propósito prolijo de demostrar que no soy como tú, y que de igual manera debe tomarse con seriedad lo que soy.
Porque no quiero ser un héroe, ni un mito, soy más que mi carne, mis huesos, mi cerebro y los sentimientos espontáneos color azul. Me he esforzado en forjar mi carácter y no quiero parecerme a ti, haré cualquier cosa por ser cualquier otro que no se te asemeje, quiero que se tome en serio que mi persona depende de cualquier cosa fuera de mi sentido físico, que se me mire a las pupilas y se entienda mi condición.
Porque la tina llena de sangre está pintada en lo más profundo de mi proceso de pensamiento, y no requiero sacarla de ahí, ni en decir ni hacer para que tengas cuidado con tus putas palabras, con tu puta inexperiencia, con tu puta confusión de términos.
Porque esto es serio y quiero que se tome como tal, ahora que yo lo he aceptado, no puedo exigirte menos.