El mensaje de siete minutos es la prueba de todo, la respuesta que debía haber llegado antes.
Pero la vida no es flexible, ya no se trata de lo que debería o de lo que hubiese yo preferido.
Se trata de lo que es.
Y yo me pregunto, corazón ¿a quién debería amar más? ¿a mi carne propia o a la carne que alguna vez me dio felicidad?
Y yo me pregunto, corazón ¿hasta donde llega la linea? ¿que borde debo cuidar?
Porque si no fueses tú, sería más fácil, curarte mientras me curo.
Pero se trata de ti y la vida no es flexible.
Y me pregunto, corazón ¿cuanto debo tardar? ¿hago lo que deseo? ¿o deseo lo que no debo planear?
Y se trata de ti, corazón. De respetarte y respetarme, de perdonarte y perdonarme.
Y me pregunto, corazón ¿qué hago? ¿qué te mereces? porque ambos sabemos que la respuesta es el amor.
Y los amores no se mezclan.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis