Intenté escribirte un poema cuando tenía solo diecisiete, pero lo hice mal y caí de rodillas, porque cuando el otoño, la noticia llego a encontrarme aquí.
No sé qué pensar, estoy cansada de caminar en círculos.
Fuera de toda razón, solo quiero decirte que eres la lluvia, nunca lo olvides. Son como acuarelas y tu sonrisa no podría ser peor que el papel hecho a mano que hice de ti.
Intenté escribirte un libro cuando está cerca de los dieciocho y nunca podría mentirte, tuve que crearme palabras para sentir. Lloré cuando no te pude borrar de mi mente, pues en la caída, en el otoño me di cuenta.
No sé qué pensar, estoy cansada de en círculos caminar.Solo quiero decirte que eres la lluvia. Nunca olvides que son como acuarelas y tu sonrisa no podría ser peor que el papel hecho a mano que hice de ti.
El arte en mi vida, aquel que quería, todo lo que arme.Tus ojos cafés, aquarel.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis