La mentalidad violenta que me ataca, que no soy yo pero se parece.
¿Cuál es la diferencia entre el cerebro sano y el mío? supongo que es porque la línea roja ya no me alcanza.
En medio de la neblina esta mi tranquilidad, aburrida pero pacifica. Quizá eso sea.
La secuencia del cerebro expirado, de la cajita de pastillas melancólicas.
La enfermedad si nos hace sentir melancolía. Extraño mi zona de confort aunque me quiera deshacer de ella siempre , en especial cuando estoy mal. Cuando lloro en el piso, cuando veo las consecuencias, cuando siento el dolor.
Que palabra tan desastrosa, que horrendo estado emocional en que palpita el corazón tan rápido. En el que hay urgencia de saber la verdad: aquella que reconforte al albedrio.
Esperanza quizá y también.
Darte tu tiempo y tomarte tu té caliente para dormir aunque tu piel te esta pidiendo que te apures a la siguiente cosa.
Que se te escapa la vida, parece. Pero por eso no se hace nada.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis