No importan los intentos, no hay formula para el amor.
En matemática 1+1 es 2, en la vida carecen los números, llaman los símbolos.
Y no hay respuesta, no hay una señal.
Solo soy yo queriendo contar dedos. Porque 1+1 es dos pero el amor es humanista.
El amor en el arte es una rendija que se abre entre más se entrega, como si arriesgarse fuera una locura sanatoria.
Y en cúspide vamos, una montaña rusa personal. No sé cómo sea la tuya, pero la mía es violeta, es grande y llena de vueltas. Un deporte extremo.
Odio las montañas rusas.
Te dejan sin respiración, roban el aliento y mueven perspectivas.
Desde luego que el amor es una ciencia, la química, un deporte extremo, humanista, artista pero no las matemáticas.
Porque 1+1 es dos. Y en teoría, 1 más nada es 1, pero te juro, Pablo, que sin ti, me siento 0.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis