Mio corpio si ha impregnato di colore viola con il tuo tacto. Si pigmenta la mia alma perché ho sussurrato. Pidiendo piedad
E ho susurrato rosa, rosa, rosa perche tu dicivi che te detendrías, era la nostra señal dello dolore. Acordamos que sería el limite
E ho susurrato rosa, rosa, rosa, il colore del mio rostro. A millas de tu cuerpo.
Esperando así incluso che me ascolotati.
Suplico entre pesadillas, balbuceo el color entre ideas, per favore, cierra la puerta.
Te pido piedad.
ESTÁS LEYENDO
Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis