Barro las palabras en la pared, sigo estando ahí hace una semana. Se siente como un montón.
Sacudiendo poemas y canciones, gritados en el dormitorio. Lo dejo ir.
No estoy asustada, por eso quemé todas las cartas que te escribí.
Se siente tan enfermo, he estado tratando de borrar lo que teníamos.
No era una broma. Lo prometiste, lo prometiste
Está vacío aquí esta noche y dejaste una muy seria marca.
Está bien, estoy bien. Nada más nos podría pasar.
Me di cuenta de que nunca volverás a llamar, borre tu número de celular, da lo mismo. No, ni siquiera te has dado cuenta.
Y al final de todo esto no es un cuento de hadas, aunque pensé que nunca me dejarías escapar. Lo prometiste, lo prometiste
Prometiste no irte, pero me dejaste en el suelo.
Mucho más, no se va a gastar, no se va a gastar. Lo prometiste, lo prometiste.
¿Por qué me dejaste a mitad de camino? Pensando que todo estaba bien.
Me siento tan mal, lamentablemente no puedo negar ¿por qué dijiste que todo estaría bien? ¿por qué dijiste que me amabas?
Lo prometiste, lo prometiste.
ESTÁS LEYENDO
Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis