Ese pequeño espacio sistemático dentro de tu cabeza lo quiero quemar, aún no entiendo si por venganza o con un propósito bondadoso.
11:11 cariño. Ojalá mi vida nunca se hubiese desmoronado, sigo anhelando que el dolor me consuma.
Sé vivir con la verdad, el calor y la cólera. Así que mi 11:11 es imaginar que nos cuidamos el uno al otro.
Vivir va a doler ¿por qué no permanecer en compañía de quien te de una mano?
Yo.
Soy la salvadora.
Yo y quién más.
Estoy hasta la madre de creer que puedo construir puentes con los cadáveres en mi closet.
Para llegar a ti que no me buscas ni me esperas.
Estaré toda mi vida deseando a alguien que decida hacer lo mismo: crear espacios seguros con el sabor de la sangre y el dolor del alcohol.
No puedo esperar a redireccionar todo aquello en mi vida que me ha desgarrado la identidad.
Estoy lista y solo quizá por eso no tengo paciencia.
Estoy lista y desearía que también el resto.
Quiero que todo se alinee a mi energía y si eres nuevo en mi vida ¿por qué no te puedes sincronizar?
Ese pequeño espacio sistemático alimentado por los años lo quiero destruir, que mi nombre, desastre, tenga una nueva connotación.