Gracias.
Tócame, huéleme y abrázame, nunca había estado más emocionada por alguien entrando en mí.
Déjame rodearte con mis piernas, mis muslos anhelan tu cintura. Te prometo que lo guardare.
Di que me necesitas, deletreando mi nombre. Siento que podría solo dejarlo ser.
Todavía estoy esperando el día en que me digas que me quieres. Sueño con eso todos los días
Cada vez es más difícil hacer tiempo para esperar, déjame tocarte, sentirte. Prometo que lo guardare.
Cada parte de ti es como poesía, desde tus ojeras hasta tu nombre. Hueles a lluvia y al sol, como un arcoíris y la tierra mojada.
Quiero ser ultrajada por ti, sentarme en tu regazo, tu chaqueta donde me quiero ocultar.
Tus ojos parecen canciones de cuna susurrando por el aire, pintando imágenes de amor, creando algodón de azúcar.
Gracias. Tócame, huéleme y abrázame, nunca ha sido más emocionante cuando alguien interviene.
No, no tengo oportunidad para hacerte sentirlo de vuelta, de estar contigo otra vez. No, no tengo ni una oportunidad.
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Los síntomas de la existencia: Diario.
Non-FictionPensamientos de un humano en crisis