✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞

Capítulo diez

No sentía ni un poco las manos, ni las piernas, tenía hambre y sueño, mucho sueño la verdad. No sabia porque tenía que ser el y no otro, y se preguntaba una y otra vez:

¿Por qué yo? ¿Por qué siempre me pasa todo a mi?¿Qué habré hecho en mi vida pasada para recibir esto? ¿Por qué los vampiros son unos malditos? ¿Acaso eso era un... ratón?

Eso último le pasó de repente por la mente cuando una cosa negra salía de atrás de una de las cajas que el estaba por tomar y cargar hasta la cocina. Aquella cosa se movía de allí para allá y el lobo no lo dejaba de  mirar pero sin mover un solo músculo.

-Sip... es un ratón- dijo y después de unos segundos su mente hizo clic en algo muy importante entre los datos de su vida.

El le tenia fobia a los ratones.

-¡ES UN PUTO RATÓN AAHHHH!- el grito retumbó por todas las paredes de ladrillo del majestuoso y aterrador castillo.

Jungkook soltó con rapidez las cajas y estas cayeron pero por fortuna no se rompieron por fuera ¿lo de adentro? eso era otra cosa. Salió corriendo, gritando y moviendo sus brazos por lo aires, como si el ratón lo persiguiera cuando esté solo con sus patas tomaba y con su boca comía un pedazo de comida que había encontrado por ahí, ignorando al hombre lobo que estaba pegado a la pared, casi en el techo, como si fuera una araña.

-¡¡Shuuu salte de ahí!!- chillaba el lobo con un palo en su mano y tratando de sacar al ratón que estaba muy cómodo viendo como el más grande lo trataba de espantar con un insignificante palo que no sabía de dónde sacó-Mierda no te vas- decía como si el ratón lo entendiera.

El hombre lobo sentía como sus garras no podrían resistir más su peso en la pared. Su lobo en el interior también chillaba por tal criaturita, también le tenía miedo. Un gigantesco lobo y un hombre de gran musculatura le tenían miedo a un pequeño e indefenso ratón, esas eran cosas bastante raras, pero tenían sus motivos.

¡¡Llama a nuestra pareja!! Chillo el alfa en su interior

¡No, ni muerto lo llamo! El humano frunció el ceño

Si no lo haces te vo- ¡Se está acercando! llámalo maldita sea Gritó de nuevo el lobo en su interior arrinconándose en una esquina.

El humano miró y efectivamente el ratón se estaba acercando con mucha rapidez. Solo podía hacer tres cosas:

1 Llamar al vampiro como dice su alfa y así perder su orgullo por necesitarlo a el

2 Gritar por ayuda y así perder, pero de otra forma su orgullo pero no delante del primer vampiro

3 Esperar a que la pesadilla se fuera o que alguien viniera de casualidad

La tres era mucho mejor para el, o eso creía.

Después de unos 20 minutos colgado de la pared con un dolor muy intenso en sus brazos y pies, el maldito ratón no se iba parecía estar muy feliz y risueño allí sentado viendo lo que le provocaba: con solo el dar dos pasitos el lobo subía más en la pared y cada vez más ya casi estaba por colgarse del techo.

Mierda creo que tendré que recurrir a mi segunda opción, pensó Jungkook aparentando los dientes.

El no podía estar más allí por mucho tiempo con el ratón, estos nunca le gustaron, siempre le tuvo un miedo muy irracional.

Tomó aire hasta que sintió como sus pulmones se llenaron de este, abrió la boca y gritó con todas la fuerzas:

-¡AYUDA! ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!

Sus gritos se escuchaban hasta aquella oscura sala en el piso de arriba, unos ojos azules relucieron en una de las mesas, estos brillaban y miraban donde provenían los gritos que lo interrumpieron. De repente el destello desapareció y un humo salió disparado hasta la puerta saliendo por debajo de esta esparciéndose entre las paredes de ladrillo sin que ninguno de los tantos murciélagos ni sirvientes lo viera. Nadie lo había notado.