Capítulo cincuenta y tres

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-Te ves precioso.

-Me siento expuesto

-Me duelen los pies- intervino Lily

Su hermana la miró regalándola.

-¿Que? Los tacones no son lo mío

-No puedo contigo- suspiro Linnet y se volteó nuevamente para observar al esposo del rey-Jungkook, la tradición es mostrar ante la sociedad de la noche lo que el rey tiene. El traje debe de enseñar tus más grandes atributos para que las mujeres y hombres más bellos se den cuenta lo que sería solo del rey y para el rey.

Y no se equivocaba, aquel ropaje al hombre lobo le sentaba de maravilla. El encaje dejaba a la vista el pecho y abdomen de este, además de sus grandes brazos, los pantalones de algodón se amoldaban muy bien a sus muslos y esa piel que colgaba de sus hombros hasta ser arrastrada en el suelo lo hacía ver como una figura de finura y pureza. En sus cabellos largos colgaba aquella corona de ramas doradas y hojas de diamantes, tan parecida al anillo que en su dedo tintineaba.

Y no dejemos atrás el ligero maquillaje que la vampiresa mayor le dejó en su rostro: sus labios de un rosa claro y sombras que hacían sus ojos resaltar junto a un brillo blanco en combinación con el pelaje de su alfa.

El licántropo internamente rodo los ojos, ya nada le sorprendía en el mundo de la noche.

-Ya no me siento expuesto, ahora me siento una estatua, todos me ven, pero nadie me toca- frunció el ceño sacando su mirada de Linnet y cruzándose de brazos.

Normalmente el casi siempre mostraba su pecho, pero ahora, en esos instantes se sentía como un omega en su primera vez, avergonzado y nervioso.

-Buena comparación- afirmo Lily irguidose en su lugar después de haberse puesto sus zapatos que según ella, le eran muy incómodos.

-¿Vamos?-preguntó Linnet elevando su mano hasta el lobo y este con lentitud la tomó sintiéndose más nervioso que nunca.

Sabía que el salón estaría lleno de personas, pero no eran lobos ni criaturas del día, todos eran vampiros y Jungkook solo era un lobo o un trozo de carne para ellos. Ese pensamiento le puso más alerta y nervioso mientras salían de su habitación.

Linnet lo notó.

-No te preocupes yo estaré ahí para protegerte- le tranquilizó

-¡No te olvides de mi!- intervino nuevamente Lily desde atrás sosteniéndose de las paredes, si que esos zapatos no le gustaban en lo absoluto.

-Ademas está el hecho de que eres la pareja del señor, deben de aceptarte si o si- siguió la mayor guiándolo por los pasillos-Si alguien se atreve tan solo a mirarte con otros ojos, su existencia ya tendría un límite puesto solo por el rey.

Al principio se había tranquilizado un poco, pero a las palabras dichas por su amiga le devolvieron el nerviosismo. No podría imaginar lo que Yoongi le podría hacer a los de su propia especie solo por observarle con hambre. Trago en seco.

-¡Maldita sea no me dejen atrás!-se quejó la novata gobernante, lobo y vampiro carcajearon -Recuérdenme que cuando llegue a mi castillo quemar estos zapatos, los odio- chillo viendo como los otros dos se acercaban y la ayudaban a caminar.

-Lily no es para tanto- reprocho Linnet tomando sus manos y ayudándola a caminar.

-¡¿Qué no es para tanto?! Estas cosas son peor que la plata- gritó la pequeña.

Jungkook observaba desde atrás la pelea entre las dos hermanas sonriéndo por lo cómicas que podrían ser, esas dos eran un caso. No podía creer que antes el creía que todos los vampiros eran malvados, que mataban por diversión, que la noche no era ni remotamente bella y que en ella albergaba a las peores de las criaturas. No lo sabía hasta conocer ese lado y ahí se dio cuenta que no importaba de donde seas, ni de donde provienes, en las dos mitades habían malos como buenos, amigos como enemigos.

✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora