Capítulo diecinueve

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Una parte del gran castillo se destruyó y el rugido que esperaban se escuchó resonar por todo el bosque, los caballeros del primer vampiro amarrados y amordazados contra los árboles y escondidos entre sus sombras se estremecieron ante eso. Los centinelas ya tenían el acceso y la señal dada, el arquero sobre uno de los árboles más antiguos agitó la mano y aprobó la embestida que estaba prevista, todo estaba yendo de acuerdo al plan anticipado desde un principio.

Los hombres y mujeres lobos debajo del puente fueron los primeros en salir, saltando ayudados por una cuerda oculta entre las enredaderas en la piedra y los ladrillos, estos cayendo con brutalidad sobre el ladrillo de la construcción haciendo una ostentosa sonido con sus pies. Muchos levantaron y empuñaron sus armas, entre espadas, lanzas, escudos y arcos todos hechos con plata y rústico, solo para matar vampiros. Otros gritaron, aullaron y rugieron para que los que estuvieran dentro supieran que ellos atacarían, que matarían a cualquiera que se interpusiera en su camino, uno que se pintará de humo y sangre, de lobo y vampiro, dos criaturas completamente diferentes unidos por el odio, la agonía y el desprecio, el miedo y la valentía, contrarios pero con el mismo objetivo: matar y ganar.

Pero siempre hay una pregunta, siempre hay una incógnita entre sus mentes y pensamientos:

¿Quién lo hará?

¿Quién ganará aquella guerra y rivalidad que había entre los dos desde que el mundo se había creado?

No se sabe sino se intenta hacerlo, morir como héroe luchando por tu meta y propósito es mejor que vivir como cobarde entre las sombras del miedo, aunque vivas un tiempo bastante largo el arrepentimiento siempre estará, hasta después de la muerte en la tumba, en la tierra abandonada o en el cielo, nunca desaparecerá, te perseguirá.

Los vampiros dentro del castillo no estaban asustados y mucho menos escondidos, solo sorprendidos. El mayordomo principal no tenía más opción que luchar y proteger, debían de asegurar la seguridad del castillo junto a su soberano aunque sea pelear con un palo o una herramienta oxidada que se había encontrado, todo servia cuando de guerra se trataba. El debía de pensar antes que aquellos sedientos de venganza mataran y arrasaran con todo, pero todo lo que su mente estaba maquinando en ese momento fue severamente interrumpido por unos chillidos muy agudos y gruñidos bastantes graves que provenían de la parte superior, muy cerca de las escaleras y de donde se produjo la explosión. Un gigantesco lobo marrón saltó desde una de las barandas que formaba algunos de los pasillos en el segundo piso, detrás de él una sombra negra en constante movimiento los perseguía pero el licántropo no parecía asustado, se veía seguro de lo que estaba por hacer. Cayó en el duro suelo de mármol negro con sus dos patas traseras, su pecho bajaba y subía de la grandes inhalaciones y exhalaciones que hacía por segundos, sus grandes colmillos se dejaban ver por los gruñidos dirigidos a los vampiros varados delante suyo. Los murciélagos habían parado a medio camino, algo extraño, pero cierto.

El vampiro y mayordomo miró aquello petrificado y las sirvientas estaban igual que el, ya que no podía ser posible que un hombre lobo estuviera dentro del castillo, a no ser que...

-Los malditos caballeros eran unos impostares- susurró el hombre con furia hacía nadie específicamente.

El gran animal rugió en la cara del vampiro y de su boca salía disparada la saliva y la sangre hasta la cara de este, manchándolo y ensuciando sus limpias y elegantes ropas. Con aquel bramido los de afuera también le siguieron, escuchándose así los estruendos de sus aullidos y gruñidos detrás de las grandes puertas que al mismo tiempo eran empujadas y forzadas a abrirse a sus nuevos invitados. La agitación del momento hizo que el mayordomo tomara una decisión bastante riesgosa pero era la única.

Ojos negros como el carbón se enfrentaban contra unos verdes tan brillantes, que era casi irreal de ver cómo resplandecían con cada chispa de luz que se hacía notar. El vampiro y el lobo peleaban con sus miradas buscando quién sería el primero en salir con vida y ganaría, hasta que el oído del mas pálido percibió los pasos metálicos de los caballeros, ya habían llegado.

✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora