3/?Yoongi miraba como la luna devolvía su brillo a los cielos oscuros de su castillo, ella siempre tan blanca y bella, tan grande y poderosa, como citaban las leyendas. Solo había una cosa que la hacía ver tan mágica y poderosa en los cielos de su gobierno, esa oscuridad que siempre estaba, aquel cielo negro sin fin, relleno de fragmentos brillantes, de sus compañeras más fieles era aquel material que la mostraba como una diosa, como la emperatriz.
Todo ser dependía de su entorno para ser más fuerte y temible, esa siempre fue la debilidad de cada uno; un tiburón puede ser peligroso cuando en las aguas nada, pero fuera de estas no podía hacer nada, sería solo una presa para aquellos que se paseaban por ahí.
Solo había una criatura en el mundo que podría vivir en cualquier entorno, en cualquier ambiente.
-Señor los gobernantes han respondido a su llamado- informó uno de los sirvientes inclinando su cabeza hacía el rey que se volteaba-Todos vendrán.
-Bien, puedes irte- ordenó sin mirar al chico que asentía y cerraba las puertas a su paso.
La entrada fue cerrada y su bestia se batió en su interior buscando alguna salida en el muro que había creado su dueño. Yoongi llevo una de sus manos al pecho y lo apretó.
-¿Que mierda te pasa?- cuestionó con enojo pero a su vez el dolor de las garras de aquel monstruo se incrustó en su interior haciéndolo retroceder.
Yoongi gruñó.
Nunca sintió dolor, nunca sintió ni el rozar de las espadas en su cuerpo, le eran insignificantes ante su poder, pero la bestia se burlaba dentro suyo, le hacía gemir ronco ante sus garras derribando cada ladrillo del muro mental creado.
El rey no entendía aquel comportamiento tan repentino, tan fuerte, tan posesivo que se adueñaba de su ser, de su mente y todo gracias al monstruo.
Desde las esquinas de la habitación ojos rojos parpadeaban y se mostraban, los demonios vigilaban y con sus bocas salivaban hambrientos, sentía lo que su amo, sentían todo lo que su amo.
-¡YA BASTA!
El primer vampiro rugió y toda criatura se calmó. El silencio volvió con el tintinear de los rayos y el sonido de los truenos.
-Maldita sea- maldijo- ¡Soy su dueño y creador! Deben de respetarme- demandó con sus ojos rojos.
Las sombras tenían miedo, hasta la ma pequeña cosa ahí tenía miedo de la furia de su rey.
Una de ellas se acercó y dejó salir chillidos agudos, gruñidos, gritos, se comunicaba con su amo con aquel idioma escalofriante que solo Yoongi podría entender y resistir.
-Oh ya veo- musitó volteándose hasta su escritorio mientras observaba una pluma de características tan inusuales pero bella e interesante a sus ojos que había encontrado sobre este.
La sombra tenía su cabeza agachada esperando alguna otra cosa que vaya a decir el rey, pero no lo recibió.
Yoongi cerrando sus ojos elevó la pluma con su magia y la volvió una más de las oscuridades, la volvió un arma que para ojos mortales sería la muerte inmediata, sería el desgarrar de sus huesos y órganos. Las demás sombras ladraron miedosas, sabían lo que venía.
Aquella arma de forma desconocida voló por la habitación hasta incrustarse en los ojos de una de sus creaciones, la sombra chilló ronco tomándose con sus garras la pluma, sin embargo se hacía más daño.
Yoongi sonrió de medio lado, por medio de su oído sentía el retumbar de los gritos de aquella que se desvanecía en el vacío de sus arrepentimientos.
Otras sombras estaban temerosas de lo que podría hacer su amo, pero este se mantenía tranquilo recogiendo aquella piedra roja que dejó la sombra en el sufrir de sus decisiones.
-Un castigo y un ojo, no lo volveré a repetir...
Las oscuridades desaparecieron volviéndose una con los muebles y estantes de la habitación, la lección fue dada y la orden también.
Yoongi dejó salir un suspiro abriendo la palma de su mano para observar el polvo de lo que fue una creación sacudiéndola sin sentimientos, no le importaba. Sentándose miró el paisaje que daba su ventana, debían de estar por llegar.
Sus ojos viajaron hasta el bosque maldito, observó aquella cosa que se movía tan rápido que ni la propia luz de las fogatas podría iluminarlo por segundos.
-Ya están aquí- susurró el vampiro arreglando su traje y la bestia solo se escondió en su conciencia esperando el momento para salir de nuevo.
Las ventanas se abrieron con fuerza chocando contra las paredes, un viento frío las hacía estremecer y la magia en aquella ventisca las agitaba, siluetas azuladas se mostraron en remolinos que hacían de la habitación un desastre.
Pero al rey sin importarle tomó asiento y con su mirada les dio permiso a hablar.
-Mi señor, Los dioses no están de acuerdo con esta unión-comunicó una de las siluetas dejando salir junto a su voz el frío de un invierno infernal, congelando todo lo que con su aliento a tocado.
-Luna no accede a dar la maldición- le siguió la otra con su poder venenoso opacando el oxígeno innecesario para los presentes.
-Y sol no quiere dar su criatura- terminó la tercera y última silueta elevando libros y pápales haciéndolos trizas en su camino-El ritual será imposible de hacer.
Yoongi ya esperaba aquella noticia por parte de los magos de Luna. Así que sonrió con sorna, sonrió con maladad dejando sobresalir su poder oscuro opacando al de los propios magos.
-No importa, la boda seguirá- dijo cruzando sus dedos sobre su barbilla y mirando desde su posición como el poder de los magos mostraba su sorpresa ante lo dicho-Ellos no impedirán que yo me case, no son nadie para mi.
Las siluetas se observaron entre sí y en su poder antes fuerte e imponente, se volvía débil y miedoso. Los ojos del rey eran oscuros, mostraban otra cosa, otra magia, mostraban la maldad pura que los hacía temblar y bajar sus manos y escudos.
A sus espaldas vieron sombras asomarse, brillos rojos resplandecer, criaturas desconocidas los amenazaban con sus colmillos y les gruñían. Cada mago desde su lugar tragó en seco.
-Ustedes harán el ritual, no deben de preocuparse por lo que digan los dioses- informó acomodándose en su asiento al mismo tiempo que estiraba sus labios en una sonrisa de lado- Ahora salgan de mi vista- despidió agitando con despreocupación su muñeca mientras que su codo se apoyaba en la mesa.
Las siluetas no esperaron más, sus magias desaparecieron de forma silenciosa, sin dejar rastro de su presencia antes vista por el rey, su poder ya se sentía efímero y su olor se esfumaba. Las cosas que antes volaban a su magia caían una por una al suelo.
El primer vampiro sin importarle el desastre que era su oficina se volteó hasta su ventanal abierto antes por los magos y la observó.
La observó a ella.
-No sé cuales sean tus planes Luna, pero lo encontraré.
Y el humo nació desde abajo y las ventanas se cerraron por completo, las nubes se ciñeron en los cielos tapando cada luz que la luna daba sobre el castillo, los cristales de las ventanas temblaron a los rugidos de los truenos y cambiaron su color a negro sin mostrar vida en ellos. El rey está dispuesto a darlo todo para tener su pareja, está dispuesto a encontrar lo que por tanto tiempo le ha estado carcomiendo y sin saberlo.
¿Pero lo encontrará a tiempo?
¿Podrá hacerlo?
No lo sé, ni el propio destino lo tiene escrito.
¿Para que mentirles? Ni siquiera el destino había predicho lo que hace miles de años ha acontecido en ese mundo lleno de historias y mentiras.
¿Ustedes tendrán el valor de hacerlo ahora?
~LinLy~
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✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞
FanficDonde Yoongi está buscando algo de su propiedad y cree que su mayor enemigo lo tiene. ✞ ✞ ✞ ✞ ✞ ✞ -Ire al grano , ¿Donde está el cristal de la bruja? -preguntó suave -He dicho que no se y ese cristal no lo conozco- respondió con ira en su mirada...