✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞

Capítulo doce

-¡Pero tenemos que salvarlo!-gritó con fuerza un alfa levantándose y con aquella acción la silla cayó al suelo, pero fue ignorada por todos allí dentro.

-Pero no tenemos un plan todavía- trato de explicarle su compañero.

-Yo no puedo quedarme aquí esperando a que ustedes hagan un puto plan- rugió un beta al final de la mesa  y encajó sus garras en la madera que la conformaba.

-Y nosotros no podemos ir allí así por así- atacó otro también gruñendo.

Una discusión se había formado en esa pequeña sala, alfas y betas peleaban con palabras, muchos soltaban gruñidos desafiando con sus dientes de lobo y otros solo trataban de calmarlos. Pero era imposible, hasta que un gran lobo de pelaje negro y ojos rojos apreció entre todos los que estaban allí dentro, el licántropo era grande y musculoso, en su pelaje y piel se notaban grandes cicatrices producto a batallas, grandes guerras y luchas pasadas, el tamaño de sus colmillos era impresionante y ni hablar del tamaño de el, media 3 metros, su cuerpo estaba una poco encorvado ya que no cabía en la habitación.

El rugido que soltó se escuchó tan fuerte que las demás personas que no tenían que ver con la discusión, solo estaban afuera haciendo sus deberes se estremecieron y agacharon su cabeza en sumisión. Los alfas y betas enseñaron sus cuellos, un acto catalogado como respeto hacia el Alfa de manada.

Específicamente el Alfa de la manada Kim, la segunda más poderosa pero la más antigua y su alfa: Kim Namjoon.

Un hombre lobo de gran inteligencia y fuerza bruta, amaba a su manada además de su familia. Serio y reservado pero amable con todos aun con sus pocas palabras. Alto de pelo negro,ojos verdes oscuro, mirada aterradora y labios regordetes, cuando sonreía dos hoyuelos se le marcaban en sus mejillas pero muy pocas veces los podías ver y en su cuerpo la cicatrícese eran abundantes. Alfa de la manada Kim, muy conocida por sus grandes cultivos, avances en la medicina con plantas además de su antigüedad, sabían de mitos, leyendas e historias escrita por los primeros hombres lobos, y todavía se practicaba la magia en ella, ellos tenían tanta vejez como los vampiros. Namjoon fue entrenado para protegerla y a cada miembro de ella, como lo hizo su padre, el padre de su padre y así sucesivamente. Le ensañaron tantas virtudes y una de las más importante: nunca despreciar a los de razas inferior, el al contrario, los respetaba y si podía ayudarlos mejor, el nunca dejaría a un herido atrás.

-Alfa Kim- gimió un beta mientras apretaba los dientes.

El alfa en su forma de lobo daba mucho más miedo que en su forma humana.

-¡Cállense y dejen de discutir cómo cachorros!- dijo y su voz de mando se escuchó en la mente de todos, estremeciéndolos.

Cuando un alfa llega a un elevado nivel de control de sí mismo puede en su forma lobuna hablar por medio de la mente a comparación de los demás que no tenían aquella habilidad o todavía la estaban desarrollando. Solo los destinados podían hablar por medio de la mente en sus dos formas, humana y lobuna, pero sólo entre ellos.

Los presentes asintieron y se sentaron en sus respectivos lugares alrededor de la gran mesa que comprendía la sala de reuniones.

-Bien, ahora hablen - un gruñido se escuchó desde las fauces del lobo al pronunciar telepáticamente aquellas palabras para los demás.

-Nosotros todavía no tenemos un plan para poder rescatar al alfa Jeon del castillo de los vampiros-explicó una alfa y su pelo rojizo caía  sobre sus hombros con algunas trenzas entre los mechones por sus bruscos movimientos al hablar.

-Pero cuanto más tiempo perdamos aquí es más probable que muera con ellos- dijo un beta.

-¿Y que piensas hacer Erick?- preguntó el alfa.