✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞

Capítulo ventiuno

El crepitar con la madera y la luz anaranjada del fuego de aquella fogata en medio del bosque se percibía entre los pinos altos que no dejaban ver a la luna que la noche les había dado para su guía en la oscuridad. Un campamento bastante rústico entre mantas en los suelos y grandes pedazos de madera haciendo de techo aunque ya estuvieran las hojas tapando el cielo, los hombres armados sentados alrededor de la gran flama que se ondeaba, calentándose del frío maldito de las tinieblas, otros durmiendo plácidamente en el suelo y muchos convertidos en grandes lobos de distintos colores que se camuflaban con la vegetación y las sombras de la espesura, vigilando cualquier movimiento.

Unos betas salieron de una carpa hecha de algunas hojas y mantas, se acariciaban las manos y se limpiaban la ropa antes blancas y ahora salpicadas en sangre, miraron al gran alfa de la manada Jeon en un tronco sentado muy cerca de donde estaban, este tenía los ojos perdidos en el poco pasto y la pequeñas piedras, sus mano colgaban de sus rodillas y su pose parecía relajada pero era todo lo contrario, estaba tenso. Uno de ellos fue empujado en dirección al alfa así sus compañeros le daban la orden de el era el que debía de hablar y ellos solo observar de lejos. Con cuidado y silencio se fue acercando hasta estar a una distancia prudente, carraspeó así haciendo que la azulada y demandante mirada de Jungkook recayera sobre él. Claro, tenía miedo, el alfa Jeon era bastante intimidante.

-Alfa Jeo-

-¿Como está?- le interrumpió su habla con aquella pregunta.

-Ahora está estable- respondió- Pudimos parar el flujo de sangre y cerrar algunas de las heridas más grandes en el pecho y espalda- vio como el alfa daba un suspiro de alivio, continuo- Pero no podremos mantenerlo así sin las medicinas adecuadas, está muy lesionado y debemos de llevarlo de inmediato a la manada, el necesita de su pareja, lo llamaba y nosotros tuvimos que... que dormirlo- a su mente vinieron las imágenes del alfa Kim llamando a su omega, como trataba de destruir y salir para buscarlo, aquello le había desgarrado el corazón. Bajo la cabeza con respeto al otro gran Alfa que se levantaba y lo miraba sin emoción.

-Saldremos a primera hora mañana, por ahora no podemos- Jungkook sonrió para tranquilizar al beta que perecía nervioso con su presencia- Vigiladlo- ordenó.

-Si alfa-hizo una pequeña reverencia y se encaminó a la única carpa en aquello, lugar donde sus compañeros lo esperaban.

Jeon miró a su alrededor, los grandes árboles que parecían gigantes estáticos prohibiéndoles la vista a las estrellas, grandes arbustos que los rodeaban y en cada uno podría caber un animal de gran tamaño o los propios caballeros, desplazó su vista hasta la gran hoguera, muchos de los suyos celebraban la rendición de los vampiros, sin saber lo que verdaderamente pasó, eran ajenos a la realidad que solo el y su alfa interior sabían.

A sus oídos llegaban los ruidos de aquel bosque y le ponían la piel de gallina, nunca fueron como los de bosques normales, los que el conocía. Este que los rodeaba y al mismo tiempo protegía a las montañas de los vampiros eran muy peligrosos, nunca podías vagar solo en uno de ellos y menos por la noche, aunque el primer vampiro sea el rey de todos hay otros que viven en los bosques como animales cazando a todo lo que se encuentre, como guardianes del bosque, su padre le había contado tantas historias de terror para dormir de grandes guerreros que desaparecieron, algo que de pequeño le daba terror y ahora era un hombre con gran fuerza sin miedo, o eso es lo que quiere creer.

Los chupa sangre son solitarios y oscuros, siempre tienden a vivir en las ciudades de lo humanos haciéndose pasar por estos para después alimentarse de ellos. Nunca viven en manada como los licántropos y muchas otras criaturas, ellos solo responden a un rey y a sus subordinados, los cuales son desconocidos por Jungkook, pero ninguno era más poderosos que el propio ente de la oscuridad y la muerte, por los libros antiguos sabía que solo habían dos primeros vampiros pero uno de ellos era el rey y el otro un misterio que era mejor ni resolver, nadie se atrevía a meter sus narices en cosas de vampiros y menos en la familia real.