✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞

Capítulo cincuenta y cinco

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Las leyendas decían que aquella boda que se desarrollase en el mundo de las oscuridades, donde la luna sea aquella que iluminase los bosques y castillos de su territorio. Los vampiros que se unirían deberían de esperar el crepúsculo invisible para sus ojos, pero perceptible a sus sentidos desarrollados.

Aquel crepúsculo crearía el portal que los llevaría al mundo donde cada uno será puesto a prueba.

Pero de ahí en adelante no se sabía nada más con respecto al otro lado. Nunca el portal ha aparecido frente a otras criaturas de la noche, nadie nunca ha ido a esa parte del mundo, a aquel lugar que lo dioses tocaron alguna vez, donde la magia más poderosa y a la vez antigua vagaba por ella.

Muchos rumorean que en sus tierras están enterradas las primeras en habitar la tierra, esas brujas que le dieron vida a su especie.

Otros decían que allí antes la noche y el día habían coincidido haciendo que sus hijas se conocieran.

¿Serán verdad o mentira? No lo sabían, nadie ha podido afirmarlo ni negarlo.

El amor en la noche debía de ser eterno, no muchos podían con una unión llena de décadas y siglos con la misma persona. Nadie entre las criaturas nocturnas encontraban aquella alma que los acompañaría hasta el último día del propio mundo.

No había nadie para ellos.

Pero Yoongi había encontrado el suyo sin buscarlo, sin saber de su existencia hasta ese momento que le vio sus ojos y olfateó su aroma.

Ella había creado todo para hacer de su pieza faltante lo más atrayente y precioso que haya visto. Jungkook era aquel pedazo de su cuerpo que creía olvidado, su Lobito era su propio corazón y sin darse cuenta ya comenzaba a entrar para tomar su lugar correspondiente en su pecho, haciéndolo observarle desde lejos, sonreír a cada mueca de su rostro y los gestos que hacía cada vez que algo le desagradaba o le gustaba pero no quería admitir.

Jungkook sentía desde la oscuridad el mirar del primer vampiro, no le incomodaba, lo contrario, se sentía terroríficamente bien. Por el rabillo de su ojo se daba cuenta que Yoongi no le quitaba la vista de encima en ningún momento, le vigilaba como un gato tras un pequeño ratón.

Aquellos ojos negros y profundos le daban una seguridad bastante aterradora, cualquier persona se sentiría acosado e intimidado con ellos, pero no Jungkook, él extrañamente se sentía bien.

-¿Alguna vez has visto una aurora?- le preguntaron, pero el lobo no había reaccionado.

Estaba muy sumido en sus sentimientos y en el mirar del vampiro sobre su persona que no se había dado cuenta que estaba en medio de un tema de conversación con Lily.

-¡Jungkook!- chillo ella así teniendo la atención del nombrado- ¿Me escuchaste?

-Emm... si- contestó un poco ido.

-¿Que fue lo que te pregunté?- inquirió cruzándose de brazos y al mismo tiempo elevaba una ceja.

-¿Qué si me gustaban los hurones?- habló alzando los hombros- Ahora que lo pienso, ¿por qué me preguntaste sobre hurones?

Lily solo carcajeó a la inocencia tan linda del lobo, el ni enterado de lo ella le había dicho.

-Olvídalo mejor.

Jungkook sin entender nada tomó un sorbo más de su copa con jugo esta vez de fresa, el primer vampiro le complacía en todo lo que él pidiera. Si le decía que quería un elefante, este le daba un elefante, pero no cualquier elefante, el más hermoso y único el mundo.