Capítulo treinta y seis

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Advertencia: violencia explícita y escenas fuertes.

5/5

El gigantesco minotauro embistió contra el lobo gris que rugía esperándolo, esperando su ataque.

Todos gritaron emocionados cuando las grandes manos del licántropo sostuvieron los cuernos de la cabeza del toro al llegar haciendo que casi se torciera el cuello del tirón que le dio a un lado el lobo para que no tocara su cuerpo.

El toro bramó furioso y se levantó en sus dos patas llevándole al lobo una cabeza de altura, y con su frente arremetió contra la cabeza del licántropo, pero este sin dejarse caer hizo fuerza haciendo que sus frentes juntas y no dejándose caer ninguno de los dos. De la gran nariz del toro salió más aire caliente y con sus pezuñas arrastró la arena y con un enorme impulso fue tirando a Jungkook con él, lo quería llevar hasta el muro.

El hombre lobo de reojo visualizó como su cuerpo cada ves estaba más cerca del muro lleno de sangre, así supo lo que el otro animal tenía planeado.

¡Ja! No te saldrás con la tuya toro, pensó en su interior y levantó sus grandes manos llenas de pelaje hasta los cuernos que rosaban sus orejas caninas, los sujeto y con sus patas traseras salto un poco llevándose la mirada confundida del toro, pero el lobo hizo una mueca parecida a una sonrisa.

Cuando la gravedad actuó sobre su cuerpo, hizo que su peso y fuerza se acumularan y sin soltar aquellas dos astas de gran magnitud giró sobre su eje y el toro perdió equilibrio dejándose llevar por el licántropo que lo soltó y su espalda se topó con el muro de piedra sólida y el daño fue mucho para el minotauro.

Los gritos se amplificaron cuando el temblor del golpe se sintió, el público estaba más que eufórico, la lucha estaba emocionante mientras que los gobernantes miraban y analizaban cada movimiento con sus ojos al igual que luna que brillaba más y más.

Yoongi sentía que aquello que se aceleraba en su pecho ahora no dejaba de bombear en su garganta hasta llegar a su audición no dejándole escuchar lo que a su alrededor pasaba, no miraba nada que no fuera aquel licántropo que caminaba en dirección al toro con el pecho inflado y su cabeza en alto, haciéndose notar entre las luces que luna le brindaba desde el cielo rojo de los juegos de sangre.

Estaba asustado y no lo sabía.

Jungkook con su vista lobuna visualizó al vampiro que seguía en su misma posición.

Tenía pensado hacerle alguna señal de que lo tenía todo bajo control, que no se preocupara que es un lobo fuerte y que podría con aquello. Lo hubiera hecho, eso estaba por seguro, pero un puño en su hocico lo mando a parar hasta el otro lado de la arena casi rojiza interrumpiéndole la acción.

Un minotauro lleno de heridas residía en el lugar donde su animal estaba antes, aquel toro tenía el puño levantado y respiraba con dificultad pero en sus ojos un tono tan rojo se hacía presente con cada estímulo y tensión en sus músculos y extremidades, estaba bravo y un toro o minotauro furioso no era lo más recomendable.

Pero el alfa se levantó de aquel casi agujero que había dejado su cuerpo sobre el muro, se levantó dispuesto a seguir luchando. El toro bramó de nuevo y en cuatro patas corrió para embestirlo de frente.

Esto es fácil, pensó el lobo posicionando sus grandes y peludas muñecas al frente esperando aquel repetitivo ataque sin saber que se había confiado.

El minotauro a último momento dobló por la derecha esquivando las manos del lobo y clavó uno de sus cuernos en su costado, haciendo que un gran rugido saliera de lo más profundo del lobo y este con sus garras y el vigor de su transformación cortó un parte de aquel cuerno clavado en su cuerpo.

✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora