Capítulo diecisiete

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Un olor bastante conocido entraba por sus fosas nasales, era algo agrio pero agradable a la vez, se parecía al aroma que soltaba el fuego de una fogata en medio de un bosque, era como aquel que siempre percibía cuando estaba en la oscuridad y prendía aquella flama, cuando su luz anaranjada iluminaba su camino y los obstáculos en el, se sentía seguro con el, se sentía como si aquel aroma lo guiaría siempre y para nunca perderte, no sería una luz pero sería su olor el cual lo llamaría a ella.

Se acercó mucho más al lugar donde provenía aquella fragancia que le encantaba, le gustaba, gracias a él sentía  aquel sentimiento de ser encontrado después de mucho tiempo perdido entre las tinieblas y sombras de un bosque creado por tu propia mente, a veces era difícil explicarlo con palabras, pero era reconfortante y estar más próximo de donde provenía le daba aquel sentimiento.

Pero algo más fuerte entró en su nariz, parecía enojo y furia.

Tranquilízalo, dijo su lobo dentro suyo.

Jungkook seguía en aquel trance por lo que sin objeción alguna ante el mandato de su lobo en su conciencia lo acató. Pasó su nariz por aquella piel tersa y después pegó sus labios dando un pequeño beso, se restregó contra esta tanto que su olor fue impregnado en aquel cuerpo que lo cargaba estilo princesa hacía algún lugar que no reconocía ya que tenía los ojos cerrados.

La respiración de el la sentía mucho más calmada y los brazos alrededor de su cuerpo no lo apretaban tanto como antes, algo que no había notado hasta ahora, pero todavía el enfado estaba pero no tan pronunciado como antes. El lobo poco a poco abrió los párpados para saber a donde lo dirigían y quién era la persona que lo cargaba y traía aquel olor que le encantaba.

Lo primero que su vista percibió fue un cuello blanco con algunas venas que sobresalían de él, después de unos segundos subió la mirada hasta la cara del dueño de aquel espectacular aroma. Sus ojos se abrieron tanto que parecía ser más ojos que rostro en el.

Min Yoongi era aquel que lo cargaba, era aquel dueño del olor que lo tranquilizaba, pues no lo podía creer. Quería moverse, quería saltar de allí y darle un puñetazo al maldito chupa sangre por haberlo tocado, pero nada, su cuerpo todavía estaba adormilado, su mente no, pero su cuerpo si. Trato de hablar pero antes de hacerlo el vampiro paró abruptamente su caminar.

-¿Como te sientes?- preguntó de repente con un poco de molestia.

Jungkook lo observo mejor, parecía apretar los dientes con fuerza y tenía el ceño muy fruncido, pero Yoongi solo miraba hacia adelante. En el interior del pelinegro algo le decía- No era su lobo- que debía de calmarse y responderle de buena manera, que el vampiro estaba un poco malhumorado.

-Creo que bien, con el cuerpo adolorido al igual que la cabeza pero bien- le respondió en un susurro.

-Bien...- fue lo único que le dijo.

Jungkook no tenía idea de que estaba pasando, no recordaba muy bien lo que había acontecido anteriormente; los dos hombres que lo tenían sometido, la extraña arma que le apuntaba y de ahí en adelante solo tenía imágenes muy borrosas, no había nada en concreto en su mente, hasta ahora. Sintió como de nuevo el chupa sangre volvía a la caminata por los pasillos del gran castillo, el lobo solo se dispuso a mirar a los alrededores: lo mismo de siempre, los grandes ventanales, puertas rústicas, paredes de ladrillos, uno que otro cuadro de algún paisaje oscuro, no había nada nuevo. Entre ellos dos solo se escuchaba el retumbar de los pasos del primer vampiro contra el suelo de mármol negro que conformaba el pasillo, el silencio era bastante incómodo, por lo menos lo era para el lobo, no tenía ni idea de que hacer en ese momento.

Háblale, dile que todo está bien, su lobo irrumpió sus pensamientos con aquellas palabras.

¿Que? No, si el no me habla yo no le hablo, protestó Jungkook.

✞𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ 𝐶𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑙✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora