Amor En La Llanura

capítulo 80

Había pasado 7 días desde su partida, en cada parada que realizo, tomo un tiempo para enviarle una carta a Isabel, quería que en todo momento sé sintiera acompañada por él, gracias a Esteban, su abogada sabia la dirección exacta en donde estaría en Londres, así que sin dudarlo, lo a noto en una de sus cartas, esperando que Isabel enviara su carta aquella dirección

Salió del camarote del barco, aún no había leído la carta que le había escrito Isabel, sabía que estos dos meses que iba a durar el viaje a barco se sentirá solo y esta carta ayudaría a espantar cualquier mal pensamiento de su distancia, pero sabía que no podía esperar mucho, así que busco un lugar tranquilo en el barco y se sentó para leerla

Para mi amado esposo –sonrió y sintió un pequeño calor que embriago su corazón

Esto tres días que te pedí, pensé que me ayudarían para hacerme la idea de tu partida, pero me temo que no, al contrario, saber lo poco que nos queda junto hace que valore cada segundo a tu lado, aún recuerdo como nos conocimos—sonrió al ser memoria-- y en ese entonces nunca imagine que mi corazón, amara tan profundo y lo descubrí gracias a ti, pero este amor ahora será compartido con otra persona –releyó nuevamente la línea, esa oración no le gusto—en estos últimos días he estado un poco enferma y sé que eso te preocupa, pero no hay nada de que preocuparse, mi amor, nuestro amor dio fruto y se convirtió en un ser que está creciendo dentro de mí, estos tres días me ayudaron confirma mi tan hermosa espera, vamos a hacer padres—levanto la vista de la carta y miro el basto océano, contemplo la idea de lanzarse y regresar nadando o amenazar al capitán, la última tenía más sentidos—sé que si te hubiera dicho esta noticias estando en nuestra casa jamás hubieras viajado y quiero que cumplas tu sueño, te amo enormemente y solo quiero que seas feliz, no olviden que tienes, una esposa que te ama y un hijo o hija esperando tu regreso

Eternamente tuya Isabel Miller

---¡ay mujer! Cuando entenderás que tú eres mi felicidad—le dijo al viento con una gran sonrisa ¡padre!, ¡iba a hacer padre!, sentía como una emoción cubría su pecho, Isabel tenía razón, donde él hubiera sabido de esto, jamás la hubiera dejado sola, ya quería regresar—¡hombre! Esa no es la cara de un hombre que está por cumplir su sueño—recibió unas palmadas en su hombro por parte de Esteban, pudo ver que se cambió de ropa y tenía un pantalón marrón, con una camisa blanca y su cabello negro peinado hacia atrás y en su mano tenía una pequeña pipa, sabía que no era tan mayor como quería aparentar, ambos podían tener la misma edad, a pesar de que él era un poco más alto—solo me preocupo por mi mujer

--sé que es difícil una separación, pero haz que valga la pena, piensa en el futuro que tendrán junto a partir de ahora—Esteban tenía razón, pero aún sentía una sensación en su pecho, tenía algo de culpa por dejarla sola –mira—le entrego la carta

--¡no puedo creerlo, vas a hacer papá! —escucho la emoción sinceridad de la voz de Esteban, que dio un chiflido y algunos hombres que estaban en el barco a esa hora de la noche voltearon --¡mi amigo aquí presente va a hacer papá! —lo escucho decir seguido por chiflido y aplauso de los presentes

--No sabía que fueras tan entusiasta Esteban –comento sonriendo por la efusividad del abogado—un bebé siempre es buena noticia, pero eso solo reafirma lo que te dije pienso en ellos y en su futuro –doblo la carta y la guardo. Lo hago por ustedes, pensó

Isabel se sentía con un poco más de energía había pasado dos meses desde que Marco se fue y aunque en el principio estuvo en cerrada en su habitación llorando y extrañándolo enormemente junto con los malestares de su embarazo lo cierto, es que cuando empezaron a llegar las cartas de él, supo que debía ser fuerte, a Marco no le gustaría que estuviera en cerrada en su habitación, pero la última carta donde estaba la dirección para que ella enviara sus cartas la emociono, así que se vistió y se encaminó al pueblo para entregar sus cartas