--Mi niña, no estés triste-- le regaló una sonrisa que no llegó a sus ojos a su nana. Tenía tanta expectativa de esta reunión, pero una vez quedó demostrado que uno nunca termina de conocer a las personas--¡Ya sé! Que te va a alegrar, en esta canasta te guardaré un poco de pastel-- se acercó a su nana, que estaba haciendo lo imposible para animarla, y le dio un abrazo.
--Prométeme que tú nunca cambiarás-- su nana le devolvió el abrazo--Jamás, siempre serás mi niña-- ambas apretaron un poco el abrazo. No pudo evitar pensar que su nana y Abigail tenían muchas actitudes similares, ya que aquí estaba su nana haciéndole una canasta con un poco de comida, igual que hizo Abigail.
--¡Isabel! —el llamado seguido de unos pasos apresurados hizo que mirara hacia la entrada de la cocina, para ver a un Marco exaltado --¿pasó algo? —camino para estar al lado del –¡vámonos! Porque si no lo hacemos, te juro que hare un desastre en esta casa, usted disculpe señora—ella sabía que Marco no hablaba a la ligera con su temperamento, así que en un movimiento desesperado se despidió de su nana y tomo la canasta que le preparo y ambos salieron por la puerta de atrás de la casa, lo cierto es que era mejor poner una distancia prudente entre su familia y Marco
--¡maldición! —escucho decir a Marco a lo que voltio mirándolo confundida –no traje el cabello—era cierto, ambos decidieron ir a pie sin contar que iban a estar en la casa de su tío ahora tenía que caminar mucho más de lo que tenía planeado hacer
Marco estaba furioso, no solo por la actitud de esa familia arrogante, si no que ahora tenía que exponer a Isabel al fuerte sol, ya que no trajó su cabello y sabía que no les prestarían la carreta para llegar a su tierra ¡maldición! El debio proyectarse a esto, sabía que el pueblo era muy pequeño y había una alta probabilidad que se encontrara con la familia de Isabel. Un pequeño sollozo a su derecha hizo que su rabia disminuyera
–Isabel –vio como esta tenía su ceño arrugado junto con sus labios apretados tratando de aguantar el llanto
---No llores—se acercó para calmarla, pero se alejó—no estés triste, junto lo resolveremos –a veces olvidada lo sensible que es Isabel--¡no estoy triste! —le grito a lo que callo y la miro sin comprender
---¡tengo mucha rabia Marco! Por cómo te trataron, nunca me imaginé que fueran así, mi tío me decepciono—la vio voltear su rostro mientras tenia los puños apretados en la canasta, mirando hacia su casa—siento que vivía en una familia de mentira, nunca había sentido este sentimiento, tengo tanta...--sabía que esa rabia que tenía Isabel estaba acompañada de decepción —¡ven! —la jalo mientras se alejaba de las tierras de los Thompson para escabullirse en el bosque
Ya estando en las profundidades del bosque ella lo miro sin comprender que era lo que pretendía hacer, él le quito la canasta para que la colocara el lado de un árbol
Isabel miraba Marco sin comprender su comportamiento, hasta que lo escucho gritar duro y llevo su mano en su pecho--¡estás loco! ¿por qué lo hiciste? ¡me asustaste! —él se acercó a ella con una sonrisa –¡grita! Desahógate saca lo que te agobia, desde niña de enseñaron a reprimir cualquier sentimiento, para convertirte en dama de corazón frio, pero tú eres americana ¡tienes sangre caliente corriendo por tu cuerpo! —seguía sin comprender que era lo que quería demostrar, ya que no se imaginaba gritar como loca en el bosque—eso de gritar sería un poco indecoroso para mí –le dijo escépticamente
--no hay nadie que te juzgue, sabes, cuándo siento que los problemas quieren vencerme, monto mi caballo y cabalgo tan rápido para liberar mi emociones o gritos en lugares donde nadie puede verme, vamos ¡hazlo! —vio como el abría sus brazos y daba vuelta mentira gritaba, su entusiasmos era contigiosos—menos mal que tu sueño no es ser cantante—le dijo cuando vio como terminaba de grita—vamos quisquillosa—se acercó a ella y se puso a su espalda y tomo sus brazos para que lo abriera –cierra los ojos y saca todo tu frustración—cerro su ojos como él le indico, dando solo un pequeño grito --¡mujer cuando me regañas ponen más empeños!—le dio un pequeño codazo pero luego se concentró y dejo que todo sus sentimiento de tristeza, decepción, rabia, injusticia y extrañeza saliera de su cuerpo
No supo cuando pasó, pero ahora ella estaba girando mientras gritaba y sus ojos se llenaban de lágrimas, abrió los ojos y dejo que el sol le pegara en su rostro, mientras le regalo una pequeña sonrisa, se sentía como nueva, los brazos fuertes de Marco la reconfortaron desde atrás
—¿cómo te sientes?
--ligera—se voltio para verlo, él le regalo un asentamiento, ella acerco un poco su rostro y lo beso, el beso se fue profundizando cada vez más hasta que con cuidado la fue recostando en la hierba –déjame tocarte Isabel—escucho entre la bruma que sentía en aquel momento, abrió sus ojos para ver como él la mira intensamente—sabes lo que te dije
--seguirás siendo virgen, solo quiero tocarte—tocar no sonaba tan malo --¿solo tocar? —le pregunto –tocar, besarte—lo miro con sospecha
--¿qué quieres hacer? —pregunto de nuevo
--solo amor en la llanura, Isabel –ella mordió su labio ante de asentir –está bien
Marco le sonrió y recostó su cuerpo al de ella, mientas besaba su hombro derecho y bajaba lentamente la manga de su vestido—eres una delicia –le dijo en un susurro roncón mientras la devoraba entre besos y pequeño mordisco—no dañes el vestido Marco—le regaño cuando sintió como trataba de bajarle un poco el corcel
Podía sentir como su cuerpo ya reaccionaba a las caricias hechas por Marco, aquel calor entre su pierna se hizo cada vez más fuerte, mordió su labio para evitar que un gemido saliera de su boca, el seguía bajando y besado todo a su paso –deliciosa frambuesa—dijo en ronco gemido de satisfacción, no esperaba que el la besara de esa forma tan salvaje sus pechos—soñaba con saber su color, sabor–a pesar que sentía vergüenza en ver como Marco tocaba su senos con su mano, no podía apartar la mirada de lo que él le hacía—tienen el tamaño justo para mí –Isabel hecho la cabeza hacia atrás cuando el devoro uno de su senos metiéndoselo a la boca, para seccionarlo con avidez, nunca había experimentado algo así--¡Marco!—exclamo pero el ignoro sus gemidos y seguía atendiendo a sus senos, sentía como aquella humedad se intensifica cada vez más ,bajo la mirada y el la miraba mientras besaba sus senos, aquella visión solo hizo que las sensaciones se intensificará, podía sentir como la mano de él recogió el interior de su falda hasta llegar aquella zona que le gritaba atención
Apretó su hombre –Marco—lo llamo como advertencia, pero el soltó su seno para sonreírle –solo disfruta Isabel—luego le dio un beso abrasador que hizo que su mundo girara –este coño es mío – le dijo con voz ronca cuando se separó de ella, teniendo una mirada salvaje, mientras apretaba su zona. Un carraspeo de garganta hizo que ambos voltearían a su lado ¡oh por Dios! En pujo a Marco para acomodarse la falda y tapar sus senos, pero este saco su arma y apunto al extraño
--disculpen la interrupción, vengo de parte de señor Thompson—ella se acomodó rápidamente y se alejó de Marco, pero este seguía apuntando con el arma –¿mi tío lo envió? —pregunto al ver como este hombre seguía tranquilo a pesar que estaba siendo apuntado—Marco, puede bajar eso –la ponía nerviosa cuando tenía ese comportamiento—¿te gustaba lo que estabas viendo, maldito depravado ?–ella abrió los ojos ante el comentario de Marco
—¡te daré un tiro en la frente, para que no vuelvas a ver la mujer de otro hombre!
--¡Marco por Dios no hables así! no ves que es un señor y lo reconozco él trabaja para mi tio –llevo su mano hasta la de él para que bajara el arma lentamente, por su aspecto sabía que no le gusto la interrupción
--su tío me envió, para decirle que espera una invitación para una cena en su casa y hablar sobre de su herencia y que el señor Miller paso la prueba y no ví nada—ella escuchaba, pero no comprendia mientras un rubor creció por lo último que dijo a aquel señor –no te entiendo ¿que estas diciendo ?
---el señor Thompson quería saber la clase de hombre que era Miller y que este no se aprovechara de su herencia—ahora fue el turno de mirar a Marco—¿qué le dijiste a mi tío? –Marco la miro y abrió sus ojos lo vio algo asustado—Nada solo que estaba en desacuerdo en cómo te trato
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Amor En La Llanura
Roman d'amourIsabel Thompson regresa de su temporada en Londres a Montana para casarse con su prometido, Daniel Crowl. Sin embargo, en el mismo día de su regreso, descubre que Daniel planea casarse con su prima Madison en lugar de con ella. Resulta que Madison h...