Isabel no sabía lo que le pasaba, pero tenía una necesidad pura por Marco, pero por los besos que él le daba podía sentir que él también la sentía—te he dicho lo hermosa que eres –Marco levanto su cabeza del cuello para mirarla. Sonrió ante de contestarle –hoy no me lo has dicho –roso su nariz con la de ella
---como tú eres una mujer más de acción que de palabra, te demostraré lo tan hermosa que te ven mis ojos y como mi cuerpo reacciona al tuyo –jadeo cuando sintió como el entraba en ella. Junto sus manos al contorno de su rostro y lo trajo para besarlo, podía probar el té de hace poco en sus labios. Las embestidas se hicieron cada vez más frénicas, podía escuchar el romper de la taza cuando esta cayó al suelo, por el movimiento de la mesa, sus dedos del pie se encogieron cuando sintió la cumbre de placer que le hacía los movimientos de Marco. Se encontraba jadeante, pero él tenía una mirada profunda en ella---ven—la cargo. Sin pensarlo sus manos rodearon su cuello para no caerse, ya que sabía que no tenía fuerza para caminar
Él se sentó en una silla con ella en su regazo—móntame –miro sus ojos grises que estaban oscurecidos por el deseo. Pero seguía sin comprender muy bien sus palabras --¿Qué quieres? —el toco sus piernas para posar sus manos en su parte trasera la cual apretó y luego le dio una palmada --¡Marco! —exclamo por su acción—quiero verte como utilizas mi cuerpo para tu placer Isabel—se mordió el labio insegura—y ¿eso es normal? —le susurro como si estuviera revelando un secreto
--- y si no lo es ¿a quién le importa? Esto solo entre tú y yo –miro a un lado no muy convencida, pero Marco era muy persuasivo, podía sentir sus besos en barbilla –si te sientes incómoda no hay necesidad de seguir—lo cierta era que ella quera darle el mismo placer que él le dio—no es eso, tengo miedo de hacerlo mal y que te desencante de mi
--¡estás loca mujer! Me tienes apretando mandíbula ¡imaginándome al mismo diablo encuero!, para no venirme y quedar como un joven inexperto ante ti—sonrió por el arrebato de Marco – y como yo te podría comparar con un joven inexperto si solo he estado contigo, con ningún otro hombre
--buen punto, pero ven, úsame...—le susurro en su odio, se separó un poco de él y levanto sus brazos a lo que el sonrió y subió su camisón acariciando los costados de su cuerpo. Tiro el camisón en alguna parte de la casa –hermosa –las palabras de Marco junto con su mirada hacían estrago en su juicio, ya que ante el podía sentirse como la mujer más hermosa del mundo—si me lo sigues diciendo llegara el punto que me lo creeré –contesto jocosamente
---solo digo la verdad—cualquier rastro de humor se borró cuando sintió como las manos de Marco iban hasta su cadera marcando el paso que debía llevar, al principio se movió con un poco de inseguridad en un vaivén lento, pero las caricias de Marco la motivaron en a seguir – vas a matarme –lo escucho gruñir, ella cerro los ojos y se dejó llevar por lo que sentía en ese momento, dejo que su cuerpo la guiara dejando atrás las restricciones que había en su mente entre lo correcto y no
Marco la hacía sentir hermosa deseada, pero lo más importante amada, sabía que no era necesario escucharlo con su caricia le trasmita lo profundo de sus sentimientos era una entrega total y absoluta
Abrió sus ojos y vio como él tenía la cabeza inclinada y su mandíbula apretada disfrutando de sus movimientos le gusto saber que ella ponía a este hombre así. Inclino su cuerpo a lo que él la miro y la tomo del cuello para acercarla y darle un beso profundo mientras con su otra mano la apretaba más su espalada, sabía que le falta poco para llegar. Él se separó del beso para darle otra palmada, llevo una mano hasta aquella zona sensible que había descubierto y con sus dedos comenzó hacer movimientos circulares y fue todo lo que necesito para sentir como su cuerpo explota de placer
Dejo caer su cuerpo al pecho del, dónde fue recibida por su fuerte brazos, no había terminado sus espasmos cuando él se puso de pie—toca en la chimenea –escucho su voz ronca por su deseo, realmente se estaba tomando en serio de aprovechar el día de hoy al máximo –dime ¿piensa matarme? —le pregunto jadeante cuando la recostó en el suelo frente a la chimenea—quiero marcar tu cuerpo con mis caricias, fundirme en el hasta solo ser uno—como decirle no si aquellas palabras derritieron su alma en esta ocasión fue el turno de Marco en llevar el mando, sabía que su cuerpo estaba sensible por las atenciones dada así que no demoraría en llegar al placer absoluto, podía sentir la dominación y la fuerza de Marco en cada empuje y caricia
ESTÁS LEYENDO
Amor En La Llanura
RomanceIsabel Thompson regresa de su temporada en Londres a Montana para casarse con su prometido, Daniel Crowl. Sin embargo, en el mismo día de su regreso, descubre que Daniel planea casarse con su prima Madison en lugar de con ella. Resulta que Madison h...