Este día se sentía feliz con la compañía de Abigail en su casa y Marco estando en ella, pudo sentir como si tuviera una familia, pero lo que más le alegro fue que Abigail le comentara que el padre del pueblo estaba organizando una pequeña feria y ella podía vender sus famosas tartas de Manzanas -¿Realmente son deliciosas? —la verdad es que aún tenía dudas sobres su destreza en la cocina, pero tenía esperanza que Abigail no le mintiera. Marco siempre le dijo que eran deliciosas, lo cierto es que no le creía sabía que él podía ceder un poco con tal de no lastimarla.
-Mi niña, en ti con la tarta el refrán que "el alumno supera al maestro" es cierto –le regaló una sonrisa a Abigail al escuchar sus palabreas -¿le gusta? —volvió a preguntar.
-Me encanta, serán la sensación de la feria —apretó sus manos al frente. Tenía muchas esperanzas, ya se había planificado en hacer un sinfín de tartas, para venderlas y así ayudar a Marco a recuperar el dinero de la casa. Miro al mencionado desde la ventana de la cocina, estaba limpiando la parte de atrás de la casa para evitar que futuras serpientes formaran nido en el jardín, aunque más que un jardín era un monte, sabía que él no tenía un buen concepto de los padres, pueda que le niegue el permiso para estar en esta actividad, solo esperaba que no, o tendría que recurrir a un tipo de chantaje, los colores subieron a su rostro.
Luego de un tiempo Abigail comento que tenía que irse, ya que tenía que alimentar a sus perros, aunque Marco se ofreció en llevarla esta negó rotundamente -soy una vieja, a mí no me harían nada, cuidad a tu esposa, porque donde te descuides llega otro menos bruto y te la quita, y no quiero que llegues tocando a mi puerta llorando –ese comentario la incomodó.
-Adiós para ti Abigail —le gustaba como Marco le contestaba a Abigail sus comentarios un poco groseros. Los tres salieron de la casa para ver como Abigail caminaba hacia una pequeña carreta mostrando una habilidad innata, se montó y condujo la carreta.
-Pienso conseguirte una así, para que puedas bajar al pueblo sin ningún inconveniente —lo miro mientras hablaba, ella no eran tan inexperta con los caballos, pero con carreta le daba un poco de miedo —y ¿no es complicada? —Él volteo a mirarla –no, por eso pienso conseguir una pequeña y ligera para que puedas manejarla sin ningún problema –soltó un suspiro se prometió que aprendería las cosas antes de tomar algún tipo de decisión radical –prefiero una yegua—comentó.
-Sí, pero luego como te trasportaría con nuestros hijos, porque tendremos hijos —el dio un paso a ella y su corazón comenzó a palpitar—sabes que no me molesta la idea de tener hijos, quiero 8 —le contestó regalando una sonrisa.
-¡8! ¡Mujer me tendrás como un esclavo! —Le molestó un poco sus gritos exagerado –quiero una gran familia Marco –le contestó.
-Pero 8 Isabel, no te parece un poco excesivo, yo también quiero una gran familia, pero pensaba en tener 3 o por mucho 5 y eso, créeme que con 5 ya estoy más allá del límite, y si me salen todas mujeres—ese último comentario la enfureció.
-¿Que tiene si son todas mujeres?—pensó que Marco era diferente pero no, él también tenía la idea que un varón era mejor que una mujer.
-¡Que tiene! Tendré que matar a cualquier desgraciado que intente algo con ellas, mírate a ti terminaste casada con un completo desconocido, si algunas de mis hijas le pasa eso yo lo hubiera matado, tras de esclavo un asesino ¡pobre de mí! —no podía negar que él tenía razón las mujeres siempre le tocaba la peor parte tanto como ricas o pobres eran maltratadas -¿pero las amarías? —quiso saber.
-¡Con cada fibra de mi ser! —Le gustó escuchar la devoción con que lo dijo —si me salen pelirrojas seré su fiel esclavo –ella sonrió para darle la espalda y entrar a la casa —pero enserio Isabel solo 5 —no discutiría con él por el momento ya más adelante lo convencería. De repente la imagen de un mini Marco se posó en su mente y le agrado.
Ya estando los dos dentro de la casa, procedió a servirle el estofado que Abigail le había ayudado preparar -Marco quiero comentarte algo –el levantó la cabeza de su plato para verla mientras comía regalándole un movimiento en la cabeza, quería decirle que eso no eran modales pero no le convenía que cambiara de humor -Abigail me hablo que el padre del pueblo organizaría una pequeña feria para que cada persona pudiera vender algunos artículos, mientras se hacían las recolección del fondo para lo más necesitado –le comentó.
-¿Y eso que tiene que ver con nosotros? —Marco veía a Isabel muy sospechosa como si estuviera nerviosa ya que retorcía un poco sus manos, solo esperaba que no tuviera la idea de ir a esa dicho feria.
-Me gustaría ir para vender mis tartas –cuando abrió la boca para negar, ella alzó su mano para callarlo—antes que digas que no, me gustaría vender mis tortas para ayudarte con la casa. Tú dijiste que solo nos tenemos el uno al otro, así que yo quiero ayudarte —un malestar se fue formando en su ser, pero tenía que contenerse –Isabel, te recuerdo que yo soy el hombre de esta casa, si tú necesitas algo solo tienes que decírmelo —se felicitó mentalmente por decir aquellas palabras sin exaltarse.
-Sabes lo que pensaría las personas si te ven a ti trabajando, me tratarían de incompetente, ¿dime soy un incompetente que tiene que mandar a su esposa para que trabaje y alimente la ¡familia que él no es capaz de mantener!? —no quiso levantar la voz, pero le fue imposible, al ella trabajar era porque él no cumplía con su obligación y ¡maldición! Se estaba esforzando por darle todo.
Isabel no culpaba la actitud de Marco sabía que en la alta sociedad era mal visto que una mujer trabajara, pero aun tenia esperanza que Marco cediera -Marco tu eres una persona de negocios, piensa en las ganancias que podemos adquirid—fue corta.
-¿Que necesitas? –le preguntó con impaciencia -¡dime que necesitas! Y te lo traeré —dio un pequeño brinco por su grito -¡quieres más vestidos! ¡Quieres el maldito anillo! ¡Te lo traeré! —golpeo la mesa con su mano—nunca quise faltarte el respeto con esta petición, solo quería ayudarte, me ilusionó la idea que con la venta de mis tartas te ayudarían a cumplir tu sueño —las lágrimas en sus ojos se fueron acumulando –lo siento –este último lo dijo con un sollozo.
-¡Maldición! pensó Marco cuando vio las lágrimas de Isabel —tú has sido bueno conmigo, así que yo pensé hacer lo mismo —cada vez eran más fuertes los sollozos de Isabel, que se sintieron como espadas en su corazón. Llevó su mano al puente de su nariz y lo apretó para calmarse, se levantó y caminó hasta donde ella se arrodilló al frente -Sé que tienes buenas intenciones Isabel, solo soy bruto—alzó su rostro y dos esmeraldas lo miraron con tristeza. Hizo el intento de secar sus lágrimas con su mano, pero no quería que ella sintiera su textura y le diera asco; además, esa piel tan inmaculada no podía ser tocada por unas manos como las suyas. Se puso de pie.
Isabel, le confundió aquella actitud de Marco es como si le diera asco tocarla, pero entonces porque siempre se mostraba ansioso a sus avances – ¿si te dejo ir solo será por ese día? —ella borró el pensamiento que tenía para concertase en su palabras -¡sí!—aunque eso dependería como le fuera pero luego pensaría en eso, se tiene que celebrar una victoria a la vez –te dejaré ir—se emocionó tanto que se levantó de la silla —pero yo estaré cerca —solo asentía a todo lo que él quisiera —y me guardas una tarta –sonrió y lo abrazó -¡gracias!—lo miró y le regaló una sonrisa llorona a lo que se inclinó y le dio un pequeño beso en la mejilla donde había rastro de llanto —¿y cuando es la feria? –le preguntó.
-En dos días...
Hola mis amores la verdad pensaba que este capítulo terminaría con Isabel teniendo un recuento con aquellas personas que la lastimaron,pero debido a un encuesta que hice en Instagram ganó, publicar la primera parte hoy y la segunda mañana ☺️😝 así que espero que lo disfruten
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Amor En La Llanura
RomanceIsabel Thompson regresa de su temporada en Londres a Montana para casarse con su prometido, Daniel Crowl. Sin embargo, en el mismo día de su regreso, descubre que Daniel planea casarse con su prima Madison en lugar de con ella. Resulta que Madison h...