Esto debía ser una pesadilla simplemente no entendía lo que estaba pasando - ¿Cómo que piensas casarte con Madison? —lo miró sin comprender, trataba de recordar en qué momento había visto alguna señal que indicara que entre ellos dos había algo, Madison siempre decía que Daniel era un sonso y que no sabía cómo ella podía estar con una persona así y Daniel decía que Madison era una mujer muy materialista y el buscaba algo diferente entre las mujeres.
-Simplemente las cosas se dieron Isabel, no sé qué explicación quieres—como Daniel se atrevía a decirle eso ¡claro que exigía una explicación! — ¡Fui tu prometida por más de un año!, ¿eso no significó nada para ti? —era ilógico pensar que la única que amo fue ella.
-En su momento lo fue, pero ahora no —nunca había sentido ese puyazo en su corazón tras escuchar esas pablaras, era como si la desechara como cualquier objeto viejo de la casa.
Ver a su prima en ese estado no tenía comparación, en varias ocasiones tuvo que bajar el rostro para que no viera la sonrisa que le causaba su estado de incredibilidad ante la situación, valió la pena todo el esfuerzo que hizo para tener a Daniel. Pero ya era momento de actuar su papel, aunque le sorprendía la frialdad con la que Daniel le contó la noticia y solo por eso le provocó darle un beso. Soltó un suspiro y entro en su papel.
-Isabel, sé qué pides una explicación sobre esta situación —los ojos llorosos de Isabel la miraron atentamente –pero como explicar cuando te enamoras de alguien –ella dejó de mirarla para mirar a Daniel- ¿pensaba que me amabas? —la escuchó susurrar ¡ay! Pero que patético sonó eso.
–Todo cambia Isabel, así como los sentimientos —contesto rápidamente Daniel, con eso ganaba otro punto a su favor.
-Prima, nunca estuvo en mis planes enamorarme de Daniel las cosas se dieron por sí sola, ¿culparías a dos personas porque su único mal ha sido enamorarse? —Aunque tenía náuseas por haber dicho esas palabras las contuvo mientras continuaba —Si amas tanto a Daniel como dices hacerlo, no te gustaría verlo feliz con la mujer que él realmente ama —vio como el cuerpo de su prima se estremeció como si aquellas palabras la hubieran golpeado duramente, su papel estaba hecho.
- ¿Puedo hablar con Daniel a solas? —le sorprendió esta petición —por favor —cuando estaba a punto de negar y decir que entre Daniel y ella no existía secreto Daniel hablo para aceptar su petición, dándole así la señal para que saliera de la habitación, pero antes de irse no pudo evitar agregar unas cosas más —trata de no demorarte aún falta unos pequeños detalles para la boda –sabía que Isabel estaba escuchando y solo recibió un asentamiento de parte de Daniel.
- ¡listo!, ya estamos solos ¿de qué quieres hablarme?
-Dime Daniel ¿desde cuándo te volviste tan sínico? —ella lo miro atentamente, no podría creer que hace unas horas estaba tan ilusionada con la idea de casarse con esta persona que actúa y habla totalmente diferente a lo que ella recuerda.
- ¡Ay por favor, Isabel!, evitemos el drama, somos adultos—dijo Daniel dándole la espalda
-Bueno si somos adultos, dame el frente y explícame ¿Cómo una persona que juro amarte toda su vida luego cambia? —este comentario lo hizo voltear rápidamente donde ella –ya te dije mis sentimientos por ti cambiaron.
-Si cambiaron tus sentimientos ¿Por qué me enviaste cartas, donde expresabas tu amor por mí? —realmente quería entenderlo.
-Tú sabes cómo es el correo, puede que te haya escrito esas cartas en enero y te hayan llegado en julio —cuando dijo esto hizo un movimiento despectivo con su mano dándole poca importancia a sus cartas, esas mismas cartas que ella atesoró con todo su amor y anhelo, la misma que la motivaron a irse de Londres para regresar a Montana, dejar a sus únicas amigas de verdad, por vivir aquel hermoso sueño de casarse con el hombre que amaba.
-Además con tu presencia aquí, me demuestra que la decisión que tome fue la correcta —eso le llamó la atención.
-A que te refieres...
-No quiero causarte más angustias —ahora es considerado con sus sentimientos –Dímelo, no creo que me pueda afectarme más—contestó.
-¡Mírate! —ella bajó su mirada hasta su cuerpo sin comprender muy bien lo que decía —pensé que tu estadía en Londres ayudaría a cambiar tu apariencia, pero no, creo que volviste peor a lo que fuiste —nunca pensó que Daniel usaría su apariencia, aquí estaba de nuevo ese dolor en el pecho, pensó que ya había sentido el máximo dolor, pero se equivoca aún su corazón podía sentir más –nunca te importo mi apariencia—susurro en voz entre corta tratando de no derrumbarse -Claro que me importaba, solo que pensaba que con el tiempo cambiaría, si cambiaste, pero para lo peor, Madison es una chica hermosa, dulce y vivas.
-Para...—dijo con su voz entrecortada mientras sentía como todo por dentro se desmoronaba
- ¡No!, tú querías una explicación y te la voy a dar —ya le fue imposible retener sus lágrimas que salían sin control por todo su rostro. Él se acercó a ella— tus gafas, tu peinado, la ropa, todo en ti es horrendo, es como si tuvieras la habilidad de transformar lo hermoso a horrible —que palabras tan crueles estaba diciendo Daniel hacia su persona, quería defenderse, pero nada salía de sus labios, por el gran nudo de dolor que tenía en su garganta— además soy dueño de un banco, como pretendía que una mujer como tu fuera mi esposa, no quería insultarte porque te aprecio. Pero esa es la verdad de mis sentimientos, espero que no me odies –la miro por un rato antes de salir de la habitación dejándola sola en su sufrimiento.
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Amor En La Llanura
RomantizmIsabel Thompson regresa de su temporada en Londres a Montana para casarse con su prometido, Daniel Crowl. Sin embargo, en el mismo día de su regreso, descubre que Daniel planea casarse con su prima Madison en lugar de con ella. Resulta que Madison h...