Amor En La Llanura

capítulo 82

Isabel está recostada en Marco, mientras el sobaba cada parta de su cuerpo con amor, estando con él entre sus brazos y su bebé en su vientre, sintió que todo era perfecto, cerró los ojos mientras sentía los besos de Marco en su cuello—dime ¿recibiste los bonos de pagos? –ella abrió sus ojos –sí, desde que te fuiste no he utilizado la ayuda de mi tío o de mi herencia, por los bonos que enviaste

--¿por qué no dormiste ayer aquí conmigo? --aún no había olvidado ese pequeño detalle

--no quería que te incomodaras y le afectara al bebé –ella tomó sus manos –esta es tu casa y tú pertenece aquí, por muy enojada que este contigo, siempre voy a querer que estés a mi lado—sintió como la abrazo fuertemente –buscaré mi equipaje y regresaré

--¿equipaje? —se rio –pero que educado –sintió como él le pellizcaba el costado, lo que aumento su risa –te ríes de tu marido—ella negó entre risa—me rio con mi marido que es diferente

Isabel y Marco bajaron la escalera luego de su encuentro en la habitación—iré al hotel por mis pertenecía—esto último lo dijo mirando a Isabel la cual le dio una sonrisa—ante de irte tomate un café—Isabel fue a la concina y le sirvió un poco de café, sabía lo adicto que era Marco—solo si está acompañado de un beso—dio unos pasos hasta ella y la beso –el mejor postre—dijo una vez que se separó

--se me olvido lo empalagosos que son-- dijo Abigail, pero esto solo causo una sonrisa a los dos

Isabel vio como Marco salía de la casa con una sonrisa—allá va tu papi—dijo, sobándose el vientre

Luego de la partida de Marco, vio que Camilo llego, el día anterior ella había hecho unas compras para la madre del niño y hoy las llevaría --¡qué bueno que llegaste Camilo! —saludo al niño con leve abrazo a su costado --¿Por qué señora?

--hoy es tu paga, debemos llevarle estas cosas a tu mamá—vio como los ojos de niño se iluminaron de la emoción—se pondrá contenta, padre no ha llegado aún—el primer pensamiento era ojalá y ese desgraciado no volviera –vez a la cocina y come un poco para irnos—el niño corrió y no pudo evitar sonreír por su emoción, mientras ella preparaba la canasta

--ya mi señora—vio como aún no se había limpiado la boca, tomo un paño húmedo y lo paso por su rostro y manos—mucho mejor, bueno vámonos porque algo me dice, que luego no te quedaras quieto –ante de salir se despido de su nana y de Abigail

Para ir a la casa de la madre de Camilo sabía que no necesitaba de Noah, no era la primera vez que iba y el camino era muy seguro

El niño a su lado estaba muy contento no dejaba de hablarle de lo feliz que se pondría su madre al recibir aquellos alimentos, pero a medida que iba caminando vio dos hombres montados a caballo y eso le llamo la atención era la primera vez que lo veía y su aspecto no era nada agradable apretó fuertemente la manito del niño y lo acerco más a su costado

Cuando camino a su lado—buenos días, señora—escucho la voz áspera del que tenía el aspecto regordete, su piel estaba sucia y tenía una gran barba entre negra y blanca mostrando que era algo mayor y el que estaba a su lado tenía un aspecto más joven podía ser padre e hijo—buenos días, señores—le regalo un asentamiento y apresuro el paso para alejarse de ellos

--no me gustaron eso señores—dijo Camilo—a mí tampoco mi niño—sintió un alivio cuando los perdió de vista ya faltaba poco para llegar cuando pudo verlos otra vez, supo que algo malo iba ha pasar—Camilo prométeme algo—ella miró al niño que le regreso la mirada con un asentamiento—lo que me diga

--cuando te diga "ahora" correrás lo más rápido del mundo y buscaras Marco

--¿son malos?

--si