Isabel no se quería levantar de la cama, pero sabía que ya era el momento de hacerlo, estiro su mano y se dio cuenta que Marco se había levantado, rodo hasta su lugar donde aun podía sentir el calor de su presencia, sonrió cuando olio las sabanas que contenía su aroma, él podría decir que no era un caballero, pero se comportaba en los momentos justo como tal. Recordó como se puso una almohada entre los dos—lo siento, es algo que no puedo controlar cuando estoy cerca de ti –le dijo y no hizo ningún movimiento para aprovechar su cercanía con ella, al contrario, solo durmieron acurrucado uno al lado del otro
Con un fuerte suspiro se quitó las sabanas y se puso de pie, fue a la cocina donde se lavó la cara para quitarse el sueño, se colocó un pequeño chal en sus hombros, la mañana había amanecido un poco fría, fue hasta la chimenea y lanzo unos troncos de madera para avivar el fuego y este calentara la casa, pero en ningún momento vio a Marco. volvió a la cocina para preparar un poco de té, que le había regalado Abigail, sabía que Marco prefería mas el café que al té. Unos pasos apresurados seguidos de quejido la hicieron arrugar su frente
De repente la puerta se abrió de un golpe, llevo su mano a su pecho por la impresión, luego vio Marco entrando con una mujer, el agarrándola fuertemente de un brazo y tropezando la hizo entrar para sentarla sin ninguna amabilidad en la mesa del comedor, pudo ver que aquella mujer era la misma que vio en el bar. Miro a Marco sin comprender ¿por qué traía aquella mujer a su mesa?
--¡dile lo que me dijiste! ¡ahora! —Marco golpeo con su palma la mesa y la hizo saltar e igual que aquella mujer, nunca lo había visto tan enojado –no comprendo ¿qué es lo que está pasando? –se acercó a Marco y puso una mano en su brazo para calmarlo—que te responda ella –la miro para responderle con deprecio a la mujer presente
---le estoy preguntado a mi esposo y espero que sea el, el que me conteste –él la miro y vio como sus ojos se calmaban un poco –lo siento Isabel, mi enojo no es contigo, es con ella—ahora fue turno de ella en mirar a la mujer
--puedes decirme porque tu presencia altera a mi esposo –pregunto amablemente a la mujer, vio como miro a un lado y luego se mordió el labio ante de contestarle—me pagaron por besar a su marido señora
--¡quien! —Marco volvió a pegar a la mesa—¡Marco! —lo regaño a lo que este se alejó de ellas en volviendo sus manos en su pecho. Pero no pudo evitar pensar quien fue la persona que pagaría por esto, Marco no era una persona de la política donde su comportamiento tuviera represaría social y ella ya no era una señorita distinguida de Londres
Luciana tenía miedo a lo que le podía pasar a ella y a su hijo, sabia en su momento cuándo acepto el dólar, pensado en que era dinero fácil y que era una pequeña broma, nunca se imaginó que esto se saliera de control, por sus amigas había escuchado de como muchas de las señoras las mandaba a matar o manaban a alguien para que les destruyeras la cara, si sabían que su esposo se acostaba con ellas, sabía que esta señora tenía una cara de ser amable, pero tenía miedo de la señora Crowel
--quiero que disculpe a mi esposo está un poco irritado por la situación empecemos desde el principio, mi nombre es Isabel Miller, puedes decirme ¿cuál es el tuyo? –Isabel podía ver como aquella mujer estaba nerviosa, sabía que Marco irritado podía dar un poco de miedo, pero intuía que el miedo no era por ellos—Luciana—miro a la mujer que tenía una linda cara llena de pecas, con ojo avellanos y un lindo cabello de color marrón rojizo, con vestido vino tinto, por su aspecto ambas podían tener la misma edad
—tienes un lindo nombre
--gracias señora, ustedes también
--¡sintiese y háganse trenzas, mientras yo cuento las flores! —escucho el sarcasmo de Marco
-- solo ignóralo –comento ignorado a Marco—pero ya que dijiste puedes traer un poco del té que prepare—escucho su resoplo, pero se encamino por él. Sonrió ante su gruñón
--¿tienes hijos? —quiso saber un poco de Luciana –si mi señora, un niño de un año
--comprendo, tienes miedo que al decir el nombre de la persona que te pago esta tome represaría hacía a ti, y que tu hijo quede solo, nunca he juzgado las decisiones que toman las personas ya que para eso tengo que vivir su vida y como eso es casi imposible prefiero guárdeme mis propios conceptos, ya que cada persona justifica su decisión por el entorno que le toco en la vida, y esta vida no es fácil, sé que viste ese dinero como algo extra para ti y tu hijo, pero eres una mujer muy linda Luciana y creo que entre cada persona existe un código de ética y dañar el matrimonio de una pareja, no me parece el actuar adecuado y más, cuando estas parejas tienes una unión estable—quería decir que se amaban pero no quería obligar a Marco decir aquellas palabras pero no podía olvidar cuando le dijo amor, se preguntaba si él fue consiente de aquella palabra
--¡no mi señora! ¡le juro que solo pensé quera una broma! Nunca me imagino que esto pasaría –vio los ojos vidrioso de Luciana sinceridad. Marco trajo las tasas de té, pero vio que Lucina no hacia ningún movimiento – no te preocupes no está envenenado—tomo un sorbo de la de ella, para que viera la verdad de sus palabras
--- si no puedes decirnos, te hare dos preguntas y solo asiente si es verdad—hablo Marco a lo que ella lo vio sin comprender
--- ¿la persona que te pago tiene el cabello rubio? —vio como Luciana asintió seguido de un sorbo de té
---¿sus ojos son azules? —vio que volvió asentir. Marco recordó que Madison tenía un vestido rosa –de casualidad tenía un vestido rosado –Isabel abrió los ojos al comprender, hasta donde llegaría el odio de su prima, Marco la miro en una conversación silenciosa ---eso es todo
--¡por favor no hagan ninguna represaría!
---no te preocupes, no haremos nadas, verdad Marco—ella voltio su rostro a Marco, pero este estaba tercamente mirando a otro lado –¡Marco!—lo vio soltar un suspiro y dijo entre diente—no haremos nada
---eres una mujer joven y hermosa Luciana, todo podemos volver a empezar
--lo sé, mi señora quiero reunir lo suficiente para irme a Inglaterra con mi hijo y empezar una nueva vida, para olvidar mi pasado –Isabel sonrió y tomo las manos de la mujer—del pasado aprendemos y aférrate a tus sueños, algún día nos veremos en Inglaterra ya veras
--que Dios bendiga su buen corazón, mi señora—Isabel miro a Marco para que llevara a la mujer al pueblo – no pienso llevarla, yo no perdono tan rápido, casi me cuesta mi relación contigo –le sorprendió el comportamiento, pero cuando iba a replicar
--no se preocupe señora, yo estaré bien—vio cómo se terminó de tomar el té y se caminó hacia la puerta con ella, mientras la veía marcharse. Marco la abrazo desde atrás--- para que veas que mis ojos solo ven a una mujer y esa eres tu—se voltio y con su mano acaricio su rostro –me has arruinado para otras mujeres – sonrió mientras se acercaba para darle un beso -- no necesitas de otras mujeres en tu vida
--¡ustedes ingratos! —escucho el grito de Abigail, recordó que nunca se encontró con ella en la carreta. se escondió atrás de Marco rápidamente
Hola mis amores hasta hora vamos bien con la publicación 😊 espero sus comentarios y like 🥺❤️ ,poco a poco estoy corrigiendo la historia con la ortografía para que sea más fácil la lectura, por mucho que releo el capítulo siempre hay algunas que se me pasan 🤭😐😔
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Amor En La Llanura
RomansaIsabel Thompson regresa de su temporada en Londres a Montana para casarse con su prometido, Daniel Crowl. Sin embargo, en el mismo día de su regreso, descubre que Daniel planea casarse con su prima Madison en lugar de con ella. Resulta que Madison h...