Caminábamos de regreso por el campus, atrayendo aún más miradas que antes, pero de alguna manera, los chicos bien vestidos atrás de nosotras poco tenían que ver.
—Ay, Mavi, no tenías que romper el cierre de mi pecho.
—Ese cierre iba a romperse de todos modos, no veo como podría contener este hermoso par de sandías.
—¡Mavi!
—Tranquila, el escote te queda bien, solo fíjate en la cantidad de miradas que atraes —señaló alrededor, en realidad, gran parte de la atención se dirigía al busto de Avelin—. Todos los ojos de esos chicos puestos sobre ti, viendo hacia esta parte en particular —la gótica abrazó a la chica de algodón desde atrás y deslizó una de sus manos dentro del escote de Avelin—. ¿No te excita?
—Mavi... no... —Avelin trataba de negarse a las manos de la gótica que la acariciaban desde dentro de su ropa frente a todo el mundo—. Estoy sensible por...
Repentinamente, las cejas del algodón subieron, sus ojos miraron hacia arriba y emitió un gemido que hizo sonrojar a más de uno, luego su semblante cambió, adquirió una sonrisa larga y provocativa.
—Eso se sintió bien, niña traviesa —otra vez esa mirada.
Mavis abrió los ojos sorprendida y... ¿retrocedio?
—¿Ahora puedo ser yo quien te castigue?
Avelin avanzó hacia ella, la tomó del pecho de su vestido y la besó.
—Vamos, quítate eso.
—Avie, estamos... estamos en público —la tomé del hombro para detenerla, pero...
—Ya no me importa... —ella jadeaba y Mavis... parecía bastante emocionada cuando la chica de algodón se dirigió a ella—. ¿No te excitan todas esas miradas?
—Como tú digas —de nuevo empezó a desamarrar su vestido, pero un pequeño detalle pasó por mi mente.
—No, chicas, aún hay... hay cosas qué hacer.
—Es verdad, Erika, pero estoy tan excitada, ¿qué hago? —al parecer, Avelin no estaba tan lejos de su cordura—. Nunca había llegado a este punto...
—Lo sé, pero trata de aguantar solo un poco más, por mí, por nosotras dos.
Avie apretó los labios y su mirada pareció relajarse segundos después.
—Tienes razón, sería vergonzoso para mí familia hacer algo así aquí.
—Ay... esa faceta dominante me encantó —por otro lado, Mavis parecía desanimada, pero a la vez conforme—. Aunque el recibir órdenes de las dos este día fue algo muy gratificante —su voz se hacía más aguda mientras hablaba.
—Perdón Mavi, tal vez en otra ocasión pueda... pueda satisfacerte.
—Está bien Avie, tenemos cosas que hacer y no es momento.
—Hablando de eso... —me ceñí al detalle de antes—. Ya me asustaron, ¿podrías devolverme mis bragas? —la gótica guardó las de ambas cuando dejamos la habitación de los chicos, ninguna traía.
—No sé, me atrae la idea de que ambas vayamos por allí de esta manera.
—Por favor, quiero ponermelas.
Sonrió y me las arrojó.
—Pontelas.
Las atrapé y vi alrededor, todas las miradas seguían sobre nosotras.
—Lo... lo haré después —la vergüenza me ganó.
—Pervertida, mira que andar así en una escuela llena de chicos lujuriosos.
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Transferida a una Escuela de Brujas Tomo II
ФэнтезиContinuamos con las desventuras de Erika y sus amigas tras la caída de la secta de Ginebra. Veremos a nuevos personajes, nuevas situaciones tan excéntricas como solo podrían ser al estar involucradas las brujas y aventuras que pondrán a Erika en sit...