Durante la noche nos tocó compartir camas, Avelin y yo dormiríamos en la recámara de Mavis, la chica de algodón con una de las primas y yo con la gótica, o al menos esa era la idea cuando una sensación húmeda me despertó.
Mavis estaba a mi lado, besando mi cuello y con una de sus manos acariciando suavemente mi entrepierna.
—¡Mavi! ¡¿qué haces?!
Me hizo un gesto de silencio y señaló a las chicas en las demás camas del cuarto, por lo que comenzamos a susurrar.
—Te dije que continuaríamos más tarde.
—Pero... —miré alrededor, una chica en una litera junto a la nuestra, otra debajo, y otra en una cama junto a la ventana, por no mencionar a Avelin durmiendo con una de sus primas en la cama de al lado—. Hay mucha gente.
—Lo sé, pero podemos ir a otro lado si todavía quieres hacerlo.
Pensé un poco, en la tarde no pudimos terminar, pero el miedo a ser descubiertas era más grande.
—Vamos, por mí —ay, no esos ojos de gatito, no, por favor...
—Bien, pero... pero vamos a otro lado.
—Tengo el lugar perfecto.
Me hizo levantarme y dejamos a Avelin acurrucada con una de las primas, sólo colocamos algunas almohadas bajo sábanas.
Salimos de la casa cargando una lámpara de aceite y un par de cobijas. Mavis me llevó hacia un pequeño granero que usaban para incubar huevos de reptil y criar animales pequeños, pero ya se podía ver una luz desde la ventana.
La gótica hizo mal gesto.
—Parece que alguien nos ganó.
—¿Pero quién? —cuestioné—. Ustedes son familia y Avelin está adentro.
—Tal vez una de las chicas trajo algún invitado, vamos.
Nos acercamos agachadas hasta una de las paredes y nos asomamos por los agujeros, era difícil ver, las dos personas ya parecían dormidas y las cobijas sobre ellas no facilitaban las cosas.
—Vamos a otro lado, Mavis —indiqué y me recargué sobre el muro, provocando que la madera rechinara y algo de tierra cayera dentro del granero.
La cobija fue levantada.
—¡¿Quién está allí?! —Esa voz era...
A través de los agujeros en la pared, pudimos observar el hermoso cuerpo desnudo de Linalin, con sus pechos rebosantes aunque algo enrojecidos aún, muslos gruesos y los pequeños, pero presentes rollitos formados por su estómago y cadera. No era gordita, pero dependiendo de la posición, podía generar llantitas
Era más hermosa de lo que creí con todo ese enojo qué siempre mostraba.
—¿Qué sucede, cariño? —la otra persona levantó ligeramente el cuerpo, dejando escurrir las sábanas y aunque estaba de espaldas, su esbelta figura la hacía ver muy sensual.
Se giró mientras Linalin caminaba hacia la ventana, hacia nosotras.
—Escuché algo.
—Seguro fueron ratones —¡era la tía Verni!—. Siempre andan merodeando.
—¡¿Ratones?! —Linalin se asustó—. Vamos a otro lado.
—Tranquila —la más joven de las tías, se puso de pie y caminó hacia ella—. No entrarán a este lugar.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque sería muy irrespetuoso, ya buscarán otro sitio donde jugar —¿eh? ¿nos descubrió?
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Transferida a una Escuela de Brujas Tomo II
FantasyContinuamos con las desventuras de Erika y sus amigas tras la caída de la secta de Ginebra. Veremos a nuevos personajes, nuevas situaciones tan excéntricas como solo podrían ser al estar involucradas las brujas y aventuras que pondrán a Erika en sit...