Consejo Equivocado

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Autor.

¡Capítulo nuevo!

Se acostumbran a las maratones, y más cuando estamos cerca del final de tomo, cielos.

Jajaja, me alegra en serio que les guste esta historia.

Gracias por su apoyo.

Este capítulo es traído a ustedes por @silviazapata1 y MarVal1429, agradezcan mucho y espero les guste tanto como el anterior.

¡Besos!

Me dolían los ojos.

El cansancio y el llanto me estaban afectando.

Lloré mucho y dormí poco, era una mala combinación; aún no podía creer que la directora ya no fuera mi maestra, así que, ¿qué se suponía que hiciera ahora?

Me acostumbré mucho a verla casi todos los días, pero después de lo que pasó, tendría que regresar a mi vida como estaba sin ella... con mucho tiempo libre.

¿Qué habría hecho la yo del pasado con todo ese tiempo?

Probablemente dormir...

No, salía con las chicas, pero ellas estarán yendo a su club y con sus respectivas maestras, entonces no tendrán tiempo para mí. Podría hacer lo mismo, asistir al mío, aunque entre semana no solía estar tan lleno.

Mejor para mí... supongo.

Suspiré y decidí ir a la enfermería para al menos mitigar un poco mi culpa, quería ver como estaba Beril, así que llegué al gran cuarto repleto de pilares, camas y cortinas; había algunas personas, pero no encontraba a la rubia, no habíayningún rastro de su aura.

—Disculpe —hablé a un enfermero que caminaba despreocupado.

—¿Qué sucede? ¿te lastimaste en tu último encuentro? —sin esperar a responder, el fauno ya me estaba revisando—. Tus ojos parecen hinchados, debiste gastar mucha energía con ese hechizo.

Comenzó a buscar en su bolsa, metiendo la mano más allá de lo que parecería posible en una bolsa tan pequeña y sacó un frasco de cristal oscurecido con esferas azules.

—Toma una ahora, una antes de dormir y una en la mañana y no importa cuanta energía hayas gastado, la habrás recuperado para tu pelea.

—¿Eh? ¿mañana? —pregunté curiosa—. ¿No son dos peleas por día?

—Sí, pero es la final, ya que los más fuertes pelean en la ronda que acabas de abrir, se da un día de recuperación.

—Tiene... sentido... —sacudí la cabeza, no estaba allí por eso—. Es decir... ¿qué pasó con Beril?

—La chica que peleó contigo —recordó—. Le dimos primeros auxilios y la transferimos al hospital a unas calles.

—¿Qué? —la presión en mi pecho aumentó—. ¿Tan mal estaba?

—Su cuerpo es resistente a la electricidad, así que estaba fuera de peligro —respondió con voz calmada—. Pero todas esas heridas externas hacían imposible tratarla en este lugar, sin mencionar el ruido, así que la llevaron a un sitio donde pudiera descansar; su maestra arregló todo.

—Pero, ¿entonces esta bien?

Suspiró.

—Bien es relativo, estaba muy maltratada, pero sobrevivirá.

Transferida a una Escuela de Brujas Tomo IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora