¿Resultado Equivocado?

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Autor.

Ay...

Ya pofavo.

Se supone que hice el stock para darme tiempo a empezar el tercer tomo.

Weno, ¿qué se le va a hacer?

¡Capítulo de maker-00 y SilviaZapata126!

Denles las gracias y disfruten el final de la pelea más épica de Erika desde que se enfrentó a Avelin, Mavis y Osi en la habitación.

Los rayos resonaban golpeando cielo y tierra una y otra vez; las luces brillantes abundaban por el lugar, era como pelear dentro de una gran tormenta eléctrica.

Y como pelea, el sitio más llamativo era donde mi espada y la lanza de Odin chocaban una y otra vez; sus ataques eran muy pesados, así que tenía que evitar la mayoría, pero, esta vez sí con una espada, podía hacerle frente, retrocediendo, bloqueando, cortando, estocando y avanzando.

Él saltaba y retrocedía, pero tenía un espacio muy reducido; debía cuidar sus movimientos.

—Esto es fantástico, ¿no crees? —mencionaba mientras nuestros ataques chocaban—. Tener la oportunidad de verdaderamente luchar, de soltarte.

En realidad, pese a lo aterrada que estaba de su lanza...

—¡Sí! —por primera vez en... lo que sea, tenía esa sensación, la sensación de esforzarme por lograr algo importante por mí misma—. ¡Nunca me había pasado!

—¡La sensación de darlo todo! —balanceó su lanza hacia mí y esquivé; no sabía si era por la pelea o por librarme de expectativas, pero me estaba divirtiendo.

Disparé un rayo, él giró para esquivar, pero su lanza fue golpeada igual por otro rayo que salió del suelo, causándole un daño inesperado, casi arrebatandosela de las manos.

Era mi oportunidad, así que me apresuré hacia él con un corte diagonal al torso, pero me recibió golpeando mi estomago con el mango de su lanza, empujandome hacia atrás.

Los rayos no se detenían; dentro de mi estructura, subían y bajaban constantemente, navegando entre los picos del techo y los del suelo.

La respiración del chico era pesada y la mía también; sólo estábamos acumulando daño.

—Es increíble que puedas mantener tres hechizos a la vez sin descanso —mencionó a modo de elogio.

—¿Tres? —cuestioné confundida; estaban mi barrera y cuerpo eléctrico.

—¿No son tres?

—Sólo... sólo lancé reducto a mi barrera y me olvidé de los rayos —la energía bajaba poco a poco, pero las pequeñas pirámides en suelo y techo se encargaban de recibir, distribuir y disparar de vuelta los rayos que chocaban con ellas.

—Fantástico —mencionó—. ¿Practicaste mucho?

—De hecho improvisé —respondí avergonzada tras otro choque de armas. Improvisé la mayoría de las cosas que hice aquí.

Él comenzó a reír y saltó hacia mí.

—¡Eres muy interesante!

Retrocedí esquivando el corte vertical, luego uno descendente, di un paso al frente y giré, bloqueando su lanza desde el mango a mi izquierda, otro paso que acortó distancia y corté hacia su rostro.

Él saltó hacia atrás y esquivó, pero tenía una pequeña quemadura en su mejilla; yo también tenía varias en el cuerpo a estas alturas, de verdad era mucho daño.

Transferida a una Escuela de Brujas Tomo IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora