Autor.
Y este capítulo también es traído a ustedes por @maker-00, así que disfruten porque viene con una sorpresa al final.
Advertencia, este capítulo tiene fuertes posibilidades de causar diabetes, se recomienda leer con su dosis necesaria de insulina.
Besos de azúcar a todos.
Ostara.
La fiesta más importante del año.
Samhain podría ser la más sagrada para las brujas, la más especial para su espiritualidad; sin embargo, Ostara lo era para cada raza en Yggdrasil.
Se trataba de una fiesta que conmemoraba el inicio del final. El principio de la batalla que por primera vez, y a mano de los brujos, le dio la ventaja al lado de la vida durante la batalla eterna contra los Ugressspisere.
Ostara tenía tanto valor que incluso el Valhala, la ciudad de las brujas, cuyas puertas siempre estaban cerradas para cualquier otra raza, admitiría durante el tiempo que tomara la fiesta, la entrada a cualquiera que pudiera llegar con el propósito único de disfrutar el festival.
En cierto sentido, me ponía nerviosa. Había escuchado de los días mundiales de conmemoración a algún evento, pero una fiesta que involucraba a los nueve reinos, a nueve mundos, debía ser algo más grade de lo que podría imaginar.
Estaba tan nerviosa, que tras irnos a dormir, cada tanto daba saltitos que me despertaban.
Con la poca luz que entraba por la ventana, podía ver la habitación que de pronto se sentía muy grande, muy pesada, llena de todas las expectativas qué tenían mis amigas, las personas de la escuela e incluso la gente que nos dio lugar en este evento. Tener que estar a la altura era aterrador, pero de alguna forma, el peso parecía aminorarse con la presencia de la mujer que dormía junto a mí.
Sólo había una cama, así que tuvimos que dormir juntas.
Me fijé en su gesto, parecía serio incluso cuando dormía, su cabello recogido en una apretada trenza tampoco disminuía su belleza, sólo la hacia ver más seria, quizá por eso nunca iba por allí con el cabello recogido, para no dar miedo. Muchas me han dicho que sí, que es una mujer que asusta, y lo hace, pero no como ellos creen. Yo creo que no le gusta dar miedo.
A veces creo que quiere un abrazo, pero abrazarla es tan difícil porque bueno... pareciera que su trabajo es dar miedo.
Lo hace muy bien.
Sólo quisiera que al menos se relajará cuando duerme.
Sin darme cuenta, llevo mi mano a su mejilla y se queja, pero no abre los ojos, sólo emite un pequeño ruido, su piel luce realmente suave.
No sé porqué me daba vergüenza dormir con ella.
Tal vez porque olvidé mi pijama y ambas sólo llevamos un par de bragas, aunque bueno, pensé que dormiría con las chicas de todos modos, así que no creí necesitarla.
Hice un escándalo antes de dormir por eso mismo y ella al final me convenció poniéndose bragas para que no me desvelara por la vergüenza.
Es estricta, da miedo, pero a veces también puede ser muy amable. Por otro lado, ahora está dormida.
No me observa con ese gesto aterrador de siempre, tampoco me está enseñando ni me está regañando, sólo duerme, o trata de dormir tranquila, pero ¿puede descansar sintiéndose tan tensa?
Quizá lo que necesita ella...
Tal vez ahora sea momento de darle ese abrazo.
Me arrastro un poco hacia ella, jalando las sábanas con mi cuerpo, tratando de no hacer mucho ruido ni mucho movimiento para no despertarla.
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Transferida a una Escuela de Brujas Tomo II
FantasíaContinuamos con las desventuras de Erika y sus amigas tras la caída de la secta de Ginebra. Veremos a nuevos personajes, nuevas situaciones tan excéntricas como solo podrían ser al estar involucradas las brujas y aventuras que pondrán a Erika en sit...