Detalle Equivocado.

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Autor.

¡Viernes de brujas!

Y también se viene otro capítulo cortesía de Maker, pero... ¡Viernes de brujas!

Espero lo disfruten porque créanme, el final los dejará con la boca abierta, así que tomen asiento y prepárense.

Pasé una noche bastante divertida con Net, aunque casi no dormí, ella estaba muy emocionada por la idea de tener una pijamada jugando videojuegos y quería usar todos los que tenía, por suerte, logré convencerla de ir poco a poco cuando amenazó con terminar Cock Ring en una noche.

Ya tendríamos más tiempo para jugar, pues trataría de no alejarme tanto. Por procuraría sólo descansar un poco este día, sería el último día de Yule y quería pasarlo tranquila, aunque mis esperanzas de hacerlo comenzaron a perderse cuando regresé a mi habitación y se escuchaban ruidos y gritos, encima empezaba a dolerme el vientre.

—Ay no —tal vez fue mala idea dejar solas a Valkan y a las chicas.

Abrí con miedo y un espectáculo de luces me recibió en el interior.

—¡Maldita víbora! ¡pagarás por eso!

—¡Aquí te espero, gatita!

Mavis y Valkan lanzaban hechizos de un lado a otro de la habitación, golpeándose continuamente y acumulando heridas leves.

—¡¿Qué está pasando?! —pregunté sin respuesta.

Un hechizo casi me da, pero logré hacerme a un lado a tiempo.

—Erika, por aquí —Avelin me llamó desde la litera de abajo, con un escudo de lianas formado a todo lo largo para protegerse. Llevaba un caldero en la cabeza a modo de casco y a Michi durmiendo en sus brazos, parecía indecisa en si asomarse más o no.

Tomé mi varita por si acaso y entré con ella al refugio.

—¿Qué sucede aquí, Avie?

—Mavis y Valkan comenzaron a pelear porque querían usar el baño primero y yo traté de decirles que entraramos juntas, pero empezaron con empujones y... y terminaron así, traté de detenerlas, lo juro.

Suspiré.

—Supongo que las víboras y los gatos son enemigos naturales.

—¿Qué?

—Nada, hay que detenerlas.

Miramos de nuevo.

—¡Soy mayor que tú, deberías obedecerme!

—¡Me importa un carajo! ¡Seré masoquista, pero a tí no te he permitido darme órdenes!

—¿Qué hacemos? —cuestionó Avie.

—Tengo una idea.

Apunté hacia ellas y generé una barrera entre las dos. Sus hechizos comenzaron a rebotar y tuve que poner más energía, de lo contrario la destruirían en pocos segundos. Por suerte, mis barreras no generaban estragos.

—¡¿Qué demonios?!

Ambas pararon, así que deshice mi hechizo y hablé.

—Chicas... no... peleen —no soné muy convincente.

—Dejaré de pelear cuando le enseñe su lugar a esta gata —Mavis levantó su mano de nuevo y las raíces en la litera se extendieron, rodeándola y amarrando su cuerpo—. ¡Hey! ¡¿qué mierda?! ¡Avelin!

—¡Ja! te retienen con algo tan simple —Valkan se burló y levanté mi barrera alrededor de ella para terminar de separarlas. Estaba encerrada en una cajita.

Transferida a una Escuela de Brujas Tomo IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora