Transferida a una Escuela de Brujas Tomo II

Compañerismo Equivocado

—Pero, no entiendo, ¿por qué no puedo pasar?

—Lo... lo olvidamos, nos está bajando la regla... será mejor dejarlo para otra noche.

Osi había regresado a la habitación, con una manta, algo de comer para todas y un vestidito ligero, estaba emocionada por esta noche.

—¿De verdad? pero... ¿pero a todas?

—Sí... nos vemos después, lo prometo —a mí me correspondía alejarla, a Avie no le creería y Mavis estaba algo indispuesta.

—Bueno, pero... pero al menos puedo pasar, ¿no? traje comida, podemos platicar y jugar y dormir juntas sin hacer nada de... eso...

—Lo siento, Osi, mejor otro día —insistí a través de la puerta entre abierta.

—¿Fue algo que dije? te prometo que ya no las meteré en problemas, no tienen qué dejarme fuera.

—No, no es eso, Osi. Por favor regresa a tu cuarto.

—De acuerdo —bajó la mirada, parecía deprimida, pero no podía dejar que pasara—. Adiós.

Dio la vuelta y cerré sintiéndome mal, pero si supiera que nos apoyaría en esto... no, la directora lo dijo, mientras menos gente sepa de esto, mejor para todas.

¿Por qué no la escuché?

Me giré a ver a Avelin, con rostro de preocupación mientras trataba de hablar con Mavis, que estaba envuelta en las cobijas de la cama.

—No te preocupes Mavi, encontraremos la manera de volverte a la normalidad, lo prometo.

—¿A la normalidad? —Mavis asomaba su rostro moreno por un hueco—. Las pociones de hibridación sólo hacen salir tus rasgos híbridos, este es mi verdadero cuerpo, es mi normalidad.

—Pero seguro hay algo que podemos hacer.

—Sí, decirle adiós a mi vida —algunas lágrimas amenazaban por salir de sus ojos mientras me sentaba junto a ellas—. Sabía que era demasiado bueno, ¿saben? por fin superé el tiempo medio de mi familia y ya no vivía con la preocupación de ser expulsada, conseguí a alguien que me enseñara pociones y gracias a Erika, ahora soy candidata para volverme una amante de Lucifer, tengo dinero para pagar mi matricula el siguiente año y...

¡Creí que mi vida ya estaba resuelta! al menos parte de mi vida escolar y ahora resulta que cuando alguien me de órdenes, no será por mi gusto o diversión, sino porque soy una criatura sin derechos que debe hacer todo lo que le dicen o se muere porque de pronto, cada chica en esta escuela se ha vuelto una enemiga —su alteración era normal, aunque sabía que no podía comprenderla, tampoco Avelin; su situación era así de difícil y no me imaginaba pasar por eso, pero...

—No cada una —respondí acercando mi mano a su rostro, ella tembló y por un instante trató de alejarse, pero no lo hizo—. Nosotras siempre seremos tus amigas.

—¿Y si mucha gente me quiere llevar lejos?

—Ya destruimos una secta por eso, podemos destruir otra —expresó Avelin tratando de bromear.

Acaricié la mejilla de la gótica.

—Siempre estamos contigo, te ayudaremos a salir de esto y todo volverá a como era hace unas horas —me acerqué a besarla, eso siempre la calmaba.

—Pero... pero ahora ni siquiera creo poder seguir en la escuela, mucho menos ser una amante de Lucifer, y ni hablar de graduarme.

Soy la única de mi familia que ha llegado tan lejos en generaciones y al final no puedo seguir más adelante... mi familia de verdad está maldita —seguía conteniendo sus lágrimas.