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El entrenamiento había comenzado, parece ser que nos someterán a uno intensivo por el tiempo limitado que tienen antes de la expedición fuera de los muros.
Cada uno era turnado en diferentes secciones del entrenamiento, comencé con el equipo de maniobras y como reaccionaba ante los obstáculos que podrían aparecerme en una expedición de verdad, logrando los cortes perfectos en cada uno de los muñecos que aparecían frente a mi.
—La siguiente prueba es enseñarte a montar un caballo —una chica con apariencia amable me llevó al lugar en el que tienen a los caballos para la práctica.
Entramos al corral y ahí me acercó uno de ellos. Tomé la correa y acaricié su trompa con una sonrisa al ser está mi primera experiencia frente aún caballo.
—Eres muy lindo —murmuré juntando mi frente contra su rostro—. ¿Puedo elegir a mi caballo después de concluir el entrenamiento o me asignarán uno?
—Todos los caballos son asignados, pero con suerte te darán este, es uno de los que aún no tiene jinete.
—¿Oíste? Tal vez seamos compañeros.
𝐴𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜.
Seguí las indicaciones de la chica para poder subir al caballo sin caer en el intento y lo logré. Me senté en la silla acariciando su cabello con delicadeza. Golpeé con suavidad sus costados para que camine y así lo hizo siguiendo mis indicaciones.
—Lo haces muy bien, no puedo creer que sea la primera vez que andas en caballo. Bueno, será mejor llevarte a otra sección ya que aquí no tienes problema.
—De acuerdo.
Bajé del caballo despidiéndome de él con una caricia y la seguí hasta llegar a un lugar donde parecen estar teniendo entrenamiento de fuerza cuerpo a cuerpo.
—Veamos qué tan buena es la basura de la ciudad subterránea —se burló uno de los que entrenaba.
Miré a la chica a mi lado y le entregué mi chaqueta acercándome a esas personas. Con mis brazos a los lados de mi cuerpo los observé en espera del primer movimiento. Claro que aquel que ladró fue quien se acercó soltando golpes directos al rostro. Di una ligera vuelta golpeando el pequeño tacón de mi bota contra su estómago enviándolo al suelo.
