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No estaba segura de lo que se supone que alguien siente en una situación así. He oído que la mayoría de las personas se sienten nerviosas y con cierto miedo a no sé qué, probablemente yo debería estar sintiendo esto. Debería estar nerviosa por estar a punto de casarme, otras mujeres lo están y ellas saben con anticipación que la fecha se acerca, en cambio yo, me enteré hace unos momentos y no siento nada de eso. Mis ojos se conectaron con los suyos apenas salí, no me importó si había más personas o si había algo de especial adornando el jardín de aquel lugar, porque todo lo que quería era ir hasta el final de ese pasillo, llegar a su lado y decir ese jodido "Sí". Sus labios me sonríen y sus ojos brillan satisfecho por lograr el objetivo de verme con ese vestido que probablemente le costó mucho encontrar. Cuando estuve a su lado me dí cuenta que el Juez Marshall sería el encargado de llevar a cabo la ceremonia. En cuanto estuvimos reunidos inició, lo supe porque lograba oír su voz, aunque no presté mucha atención a lo que decía. Observé el lugar percatándome de la presencia de algunos miembros de la legión, obviamente los más cercanos a ambos. Sasha está ahí junto a Connie, ambos sonríen e intentan contener lágrimas mientras susurran algo que provoca el disgusto de Jean, el cual los reprende exigiendo que se callen y lo dejen prestar atención. No estoy segura de lo que le dijeron, pero debió de ser alguna burla respecto a Mikasa porque él se sonrojó y los golpeó.
—Grace —regresé mi atención al hombre que estuvo hablando por largo rato—. ¿Aceptas a Levi como tu esposo?
𝐷𝑖𝑜𝑠, 𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑎𝑟𝑙𝑜 𝑑𝑜𝑠 𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠.
—Acepto.
—Y tú, Levi, ¿Aceptas a Grace como tu esposa?
—Acepto —Hange puso una pequeña caja sobre el escritorio mostrando las dos sortijas dentro de ella. Levi sacó una y luego tomó mi mano izquierda deslizando el anillo en el lugar que corresponde, después fue mi turno y finalmente firmamos el acta que el juez puso frente a nosotros.
—Felicidades, están oficialmente casados.
Tan pronto como lo dijo, se acercó uniendo nuestros labios por solo unos segundos en los cuales se oían los gritos del grupo de adolescentes a algunos metros y también los de Hange. Apenas nos separamos un poco, la nueva comandante de la legión llegó interrumpiendo.
