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—Debo de volver a la ciudad ahora, antes que empiece el anochecer —observé a Levi recorriendo cada centímetro de su rostro—. Ten cuidado con el idiota de Zeke, no me agrada para nada.
—Otra de las razones por la cual te amo —sonreí con gracia por su comentario—. Te veré en algunos días.
—Sí, espero que se apresuren con todo esto, han pasado semanas y aún no han tomado una decisión.
—Lo sé, es molesto estar aquí y ver todos los días el estúpido rostro de ese simio —se quejó con notable desagrado hacia el hermano de Eren.
Ambos caminamos hacia mi caballo que espera atado en el tronco de un árbol. Al llegar con él acaricié su cabeza deshaciendo el nudo de la cuerda.
—Te veré pronto —deje un rápido y corto beso en sus labios, tal y como lo hago en nuestras despedidas.
—Espero que sea en el distrito —tomó mi rostro besándome, pero está vez con más profundidad.
Nuestros labios se movieron con suavidad entre ellos. Yo llevé una de mis manos por detrás de su nuca para acercarlo aún más, si es posible eso. Un beso, después de tantos años sigo sorprendida por el hecho de que una sencilla acción como esa provoque tantas cosas en mi interior. Amo tanto besar los labios de Levi, que cada vez que me besa lo hace de tal manera que demuestra todas esas cosas que siente por mi y viceversa. Sus labios, y él me hacen caer en la locura, pero al mismo tiempo son lo que necesito para mantenerme cuerda en este mundo lleno de crueldad.
—Te amo demasiado, Levi.
—No tanto como yo te amo a ti, Grace —dejó un beso en mi mejilla, otro en mi sien y volvió a mis labios—. Te estaré esperando.
—Procuraré no hacerte esperar tanto —lo tomé del cuello de su ropa volviendo a besarlo, aunque menos tiempo que antes.
Al separarnos fui hacia mi caballo subiendo en el.
—Búscame si pasa algo.
—Te buscaré hasta el último rincón —le sonreí tal y como él lo hizo, con complicidad.
—Adiós.
Mi caballo corrió hacia la salida del bosque con dirección al distrito. El cielo avisa que no queda demasiado tiempo con luz natural, la luna está saliendo y el sol se oculta. Logré llegar al cuartel cuando aún quedaban minutos del atardecer. Dejé a mi caballo en las caballerizas junto al resto. Preparé su comida que dejé en su "habitación", luego entré al edificio.
