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Un silencio profundo se apoderó de todo el lugar. Hace tan solo algunos minutos Eren estaba peleando contra Reiner a punto de derrotarlo y ahora se habían llevado a dos de los suyos como una especie de rehenes. Mikasa, Hange y algunos otros terminaron inconscientes o heridos. Nadie sabía que hacer pues la líder de esa misión estaba herida, solo quedaba esperar a que el resto de la legión llegara para ayudarlos. Algunos estaban confundidos, como Connie, quién se preocupaba por Reiner y Bertolt negándose a creer que ellos los han traicionado.
—Vinimos porque dijeron que estamos en emergencia.
—Sí, pero todo está tranquilo.
Los miembros de la policía militar solían caminar por la ciudad sintiéndose superiores a todos los demás, superiores que los de la guarnición y superiores que los de la legión. No era mentira que todos los que decidían unirse a ellos era solo para mantenerse a salvo en lo más profundo de los muros y beber vinos caros cada noche en los mejores restaurantes. Esas y muchas otras razones más eran la razón por la cual muchos en la legión los despreciaban, porque solo se preocupaban por su propia comodidad, jamás se interesaban en hacer un cambio en ese mundo.
Dentro del distrito Stohess se había mandado a llamar a los miembros de la guarnición y de la policía militar ante un llamado de emergencia sobre los titanes que todos comenzaron a tomar como algo sin importancia después de no ver actividad alguna cerca de la ciudad.
—Oye, Levi, ¿Dónde están nuestras presas? —se burló.
Él estaba sentado frente al pastor Nick escuchando todo lo que decían y presumían detrás suyo.
—Vaya, lucen decepcionados —habló volteando un poco sobre su asiento para mirarlos—. Siento no poder presentarles a ningún titan. Está vez quizás no tengan la oportunidad, pero conocerán a alguno fuera de las murallas, después de todo, a partir de ahora pelearemos juntos contra ellos.
Sus expresiones temerosas fueron imposibles de ocultar. Las pocas experiencias que tenían con titanes no habían sido las mejores, en dos de esas habían destruido los muros y habían devorado a docenas de personas. Les temían y eso era algo que no iban a admitir ante los demás por su enorme ego.
—¡El escuadrón de avanzada regresó! Avisen al comandante Pixis.
En menos de cinco minutos todos se reunieron alrededor de las dos personas que fueron enviadas después de los últimos acontecimientos en la muralla Rose con el único propósito de comunicar directamente a los líderes de las divisiones. Ambos había llegado a caballo tan pronto como les fue posible. Pixis llegó acompañado de Erwin para oír toda la información importante sobre la misión esperando escuchar que habían logrado encontrar y sellar el lugar por dónde entraron los titanes, pero nada de eso fue lo que tenían esperado.
