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Coloqué mis botas terminando de prepararme para el inicio del día. Solté un bostezo aún con sueño mientras salgo de la habitación con dirección a la oficina de Erwin, mi jefe que me explota laboralmente y por el cual no puedo descansar lo suficiente. Había dejado de tener pesadillas y cuando creí que al fin podría descansar como lo merezco, Erwin decidió nombrarme su "asistente".
El desayuno debió de haber sido hace treinta minutos, me lo he perdido por seguir dormida, pero conociéndolo me hará ir a comer antes de que intente asesinar a uno de mis compañeros.
—Te perdiste el desayuno —habló en cuanto entré.
—Estaba un poco cansada.
—Lamento darte demasiado trabajo.
—Está bien, no me molesta —me senté en la silla frente a su escritorio apoyando mis brazos a los lados—. Iré mañana al campo de entrenamiento, dónde Shadis está, veré qué tan preparados están los de su tropa.
—No seas tan ruda con ellos, el objetivo es tener más reclutas, no que huyan porque te temen.
—Siempre soy amable, ¿Has pensado que tal vez ellos son los groseros?
—Sí, lo he pensado.
—Pues entonces créelo.
—Tienes mucho que hacer mañana, así que tomate el día y termina de organizar el viaje. Lleva dos acompañantes contigo.
—De acuerdo, veré quién está dispuesto a ir conmigo —me levanté del asiento con un pequeño salto—. Te veré después, Erwin.
Salí de su oficina soltando un bostezo y estirando mis brazos. No he visto a Shadis desde que abandonó la legión, he visitado algunos diferentes centros de entrenamiento, pero en ninguno lo había visto. Imagino que aquellos nuevos reclutas la están pasando muy mal bajo el mando de Shadis. Sí ellos lo toleran sin lloriquear, entonces tal vez haya buenos soldados para la legión.
Caminé por los pasillos del cuartel, el cual se mantiene muy silencioso, podía oír desde aquí que todos están ocupados con tareas de limpieza para evitar ser castigados aún peor.
—Buenos días, señorita Grace —me saludó alguien de los que están limpiando.
—Hola, Petra —me acerqué a ella analizando lo que los han puesto a hacer está vez—. ¿Hicieron enojar a Levi?
