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Había despertado hace menos de una hora y descubrí que Levi no estaba en casa. Suele salir y dar un paseo en las cercanías para asegurarse de que todo estuviera yendo bien con aquellos que trabajan con nosotros.
Sé, por el ambiente que se siente, que aún es muy temprano y he despertado mucho antes de lo habitual. Levi solo duerme cerca de cinco horas, a veces seis y luego despierta sin tener mucho que hacer. Las cosas en la ciudad habían comenzado a empeorar de un tiempo hacia acá volviendo aún más inseguras las calles, por esa razón no permitía que saliera mucho tiempo sola. Después de lo sucedido con Cormac hace un poco más de un año, no volví a matar a alguien más por el temor de ser atormentada por esas acciones por el resto de mi vida y por miedo de volverme igual que mi padre.
Un hombre capaz de asesinar a más de quince personas sin problema alguno... No quiero ser igual a él y sentir la necesidad de matar solo por diversión o hacerlo sin remordimiento alguno. Sé que Levi asesina a algunos de vez en cuando, pero ambos sabemos que son cosas que aunque no lo queramos son necesarias para mantenernos a salvó... Y mi padre... Él vive en la superficie, ¿Qué necesidad tiene para asesinar allá arriba?
Apreté los puños cerrando los ojos con fuerza deshaciéndome de mis pensamientos respecto a él y ese tema del que no he hablado con nadie.
He pasado más de un año pensando si esas dos personas de verdad llegaron a quererme como una hija o simplemente me veían como un negocio que les daría las comodidades necesarias por el resto de sus vidas. Desearía decir que eso explicaría sus faltas de atención, pero nunca fue así. Fueron dos personas demasiado atentas conmigo, me dieron cariño y una educación que no muchos tienen la fortuna de presumir aquí, aunque cada que intento recordarlos solo vienen a mi mente esas cartas agradeciéndoles por cuidar a una niña ajena como si fuera suya. Sus muertes me dolieron, eso es claro, porque creí que eran mi verdadera familia y sabía que me estaba quedando sola en una vida que ni siquiera sentía como mía y cuando mi "madre" murió de esa enfermedad mi llanto fue por dolor al igual que el temor de quedarme desprotegida y sola.
Si me hubiera enterado antes definitivamente los habría confrontado y exigido todas esas respuestas que necesito.
Suspiré saliendo de casa dando un rápido vistazo a los alrededores. Caminé sin dirección alguna por las calles y así despejar del todo mi mente. Por los techos de algunos edificios suele haber personas fumando, ya están enfermas y supongo que con eso solo quieren acelerar su inevitable muerte.
