¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Quédate aquí, está cálido —acaricié a mi caballo una última vez antes de ir al interior del cuartel.
Caminé hacia la entrada viendo a algunos de los reclutas nuevos llevarse a los caballos para resguardarlos del frío. La nieve comenzó a caer desde hace una semana, todas las calles están cubiertas y el frío es aceptable. Las tareas de la legión se han llevado a cabo con normalidad, nos hemos encargado de disminuir el número de titanes que hay aún en el interior de las murallas que recuperamos y en poco tiempo podrán volver a sus viejas casas los refugiados y en tal vez cuatro meses más estaremos en el mar, cerca de un año después de la batalla contra el titán bestia.
—¿Qué haces aquí, Ackerman? —Hange me observó con una sonrisa, disfruta llamarme de esa manera desde la boda.
—Terminé de ayudar a Historia con los asuntos que debíamos atender, vine a ver a Levi.
—Esta en su oficina.
—Gracias, nos vemos después —me despedí con un gesto. Corrí por los pasillos hasta llegar a la puerta de la oficina que le pertenece—. Está helando allá afuera —hablé cerrando detrás de mi.
—No deberías de salir —quitó su mirada de los documentos que estaba leyendo.
—Pues lo hice —le mostré la caja en mis manos.
—¿Qué es eso?
—Un pastel —lo dejé sobre su escritorio mostrándole el interior—. Es tu cumpleaños.
