La Leyenda del Pretoriano

Capítulo 63

Por las calles de Orario, la Familia Hestia al completo, incluida la diosa de estos, Hestia, y la más reciente miembro de la Familia, la joven semibestia del clan pantera, Furan, caminaban juntos en una sola dirección: El Gremio

Un día había pasado desde que Furan se uniera a la Familia, y el día de hoy iba a unirse además a sus compañeros en su primera cacería al Calabozo, pero para ello debía inscribirse como aventurera en el Gremio además de informar a dicha organización de su inclusión en la Familia Hestia, motivo por el cual la diosa iba con ellos, para informar al Gremio sobre su nueva hija

Por ello, a primera hora de la maná, Bell, junto a sus novias, Hestia, Lili y Syr, salieron de su hogar para ir a la Anfitriona de la Fertilidad para recoger a Furan, que actualmente se hospedaba en el local de Mía, pues no había sitio para acogerla aún hasta que Bell pudiera comprar una casa mayor para acogerla no solo a ella, si no además a sus otras compañeras, Cecilly y Mikoto, quienes actualmente se seguían hospedando en las sedes de sus anteriores Familias.

Aún a pesar de que era muy temprano, nada más llegar a la Anfitriona de la Fertilidad vieron a la pequeña Furan esperando impaciente a Bell y a las demás, con su equipo y espada al hombro. Al parecer, estaba tan emocionada que se había despertado más pronto de lo habitual, y se puso a esperar a que su nueva Familia viniera a recogerla.

-¡Shishou, Hestia-okaasan, Lili-neesan, Syr-neesan!- Al verlos, la niña se lanzó con alegría a los brazos de Bell y Hestia, saludándolos a todos

-Buenos días, Furan/Chan/san- Saludaron la Familia Hestia, con Hestia abrazando junto a su pecho de manera maternal a Furan mientras Bell acariciaba su cabeza con cariño

-¿Lista para tu primer día en el Calabozo, Furan?- Preguntó Bell, a lo que Furan respondió asintiendo efusivamente con ilusión

Tras esto, el grupo se dirigió de nuevo hacia el Gremio, mientras que durante el camino, Bell le fue explicando más o menos a Furan como era el Calabozo y los monstruos que había en los primeros Pisos, para que la pequeña tuviera una cierta noción de lo que iba a enfrentar una vez entrará a las entrañas de la tierra bajo la Torre de Babel.

La chica pantera observaba fijamente a Bell, escuchando concentrada con atención infantil todo lo que este le explicaba, como una niña pequeña que escuchar emocionada una historia contada por su hermana mayor, haciendo sonreír con ternura a Hestia, Lili y Syr, quienes se morían de amor con cada linda expresión que hacía Furan. Si es que esa niña era un auténtico azucarito.

Poco antes de llegar al Gremio se encontraron con Cecilly y Mikoto, quienes habían venido de sus respectivas sedes para reunirse con sus actuales compañeros de Familia e ir con ellos al Calabozo como hacían a diario.

Al verlas, Furan las saludó con la misma alegría con que lo hizo con el resto, lanzándose a abrazarlas y darles los buenos días, gesto que ambas chicas devolvieron encantadas, para acto seguido saludar también a Hestia, Bell, Lili y Cecilly, y así poner todos rumbo al edificio del Gremio.

La Familia Hestia llegó finalmente al Gremio, a cuyo interior entraron, viendo cómo, al ser horas muy tempranas, estaba casi vacío de aventureros, por lo que fueron directos a la recepción a ver a Eina, quién en este momento estaba en su lugar de trabajo habitual revisando unos informes junto a sus compañeras de confianza, Sophie, Misha, y la prima de esta última, Erica

-¡Oh, buenos días chicos, bienvenidos!- Dijo Misha al ver a Hestia y a sus hijos acercarse

-Hola Bell-kun, chicas, me alegro de veros- Saludó cortésmente Eina, para después fijarse con curiosidad en la presencia de Hestia y de una niña semibestia desconocida -¿Que os trae por aquí, Hestia-sama? ¿Y quien es esa niña?- Inquirió la semielfa